Los influencers se convirtieron en una de las principales redes de comunicación y difusión de información de los últimos tiempos. Con la ampliación de las redes sociales, también avanzó su alcance. Pero un estudio de la Organización de las Naciones Unidas reveló una peligrosa práctica entre estos creadores de contenidos.
Según un estudio de la Unesco –Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Cultura–, “la baja prevalencia de la verificación de datos resalta su vulnerabilidad a la desinformación, lo que puede tener consecuencias de gran alcance para el discurso público y la confianza en los medios de comunicación”.
Información e influencers, según la ONU
Para su estudio, la Unesco tomó un total de 500 influencers de diferentes países y territorios con más de 1.000 seguidores. De este grupo, el 62% de los encuestados dijo no verificar la veracidad de la información antes de difundirla en sus propias redes sociales o compartirla si provenía de una fuente en la que ellos mismos confiaban.
Otro de los peligros detectados por el estudio radica en los criterios que dijeron utilizar los influencers para decidir qué compartir como cierto y qué no. Los encuestados aseguraron basarse en la “popularidad” de la fuente, es decir, la cantidad de “me gusta” y las visitas o visualizaciones que recibieron.
Un porcentaje menor, el 37%, afirmó chequear en fuentes verificadas. Además, sólo uno de cada cinco influencers dijo que los amigos de confianza y los expertos son el factor más consultado para determinar la credibilidad de la información en línea. Solo el 17% de los encuestados respondió que la documentación y las pruebas eran el primer factor que tenían en cuenta para medir credibilidad.
“La falta generalizada de una evaluación crítica rigurosa de la información pone de relieve la urgente necesidad de mejorar las capacidades de alfabetización mediática y de la información de los creadores, incluida la identificación y el uso de recursos fiables de verificación de datos”, afirmó la UNESCO.