En un paso sin precedentes, Australia aprobó la primera ley en el mundo que prohíbe a los menores de 16 años el uso de redes sociales. La legislación, que generó tanto apoyo como oposición, establece un nuevo marco global para regular el acceso de los jóvenes a plataformas como TikTok, Facebook, Instagram y X en medio de crecientes preocupaciones sobre los riesgos para la salud mental y física de los adolescentes.
La ley fue aprobada el jueves pasado tras intensos debates. Se espera que entre en vigor en noviembre de 2025: a partir de ese momento, obligará a las plataformas tecnológicas a implementar mecanismos para verificar la edad de sus usuarios y garantizar que los menores de 16 años no puedan acceder a sus servicios. Las plataformas que no cumplan con esta normativa podrían enfrentarse a sanciones económicas de hasta 50 millones de dólares australianos (33 millones de dólares estadounidenses).
El gobierno laborista del primer ministro Anthony Albanese, que impulsó esta ley, argumentó que las redes sociales representan un peligro creciente para los adolescentes tanto en términos de salud mental como física. Los usuarios más jóvenes, según afirman, están expuestos a riesgos como la adicción, el ciberacoso y la manipulación psicológica.
Resistencia de las grandes tecnológicas
El sector tecnológico reaccionó con firmeza ante esta legislación. Empresas como Google, Meta (Facebook) y TikTok manifestaron su oposición. Google y Meta sugirieron que la implementación de la ley debería aplazarse hasta que el proceso de verificación de edad esté completamente desarrollado, previsto para mediados de 2025. Por su parte, TikTok argumentó que el proyecto de ley carece de consultas suficientes, y X (anteriormente Twitter) expresó su preocupación por los posibles impactos en los derechos humanos de los niños.
En respuesta, el Gobierno australiano detalló que se probará un sistema de verificación de la edad que podría incluir el uso de datos biométricos o identificación oficial, como pasaportes y licencias de conducir, para garantizar que sólo los adultos puedan acceder a las plataformas. Sin embargo, las empresas no podrán exigir documentos de identificación personal sensibles de manera obligatoria, una enmienda acordada en el Senado para proteger la privacidad de los usuarios.
No está exenta de críticas
A pesar del apoyo mayoritario en el Congreso, la ley no estuvo exenta de críticas. Algunos defensores de la salud mental infantil advirtieron que la prohibición podría tener efectos adversos. El senador David Shoebridge, miembro del partido Los Verdes, señaló que muchos jóvenes usan las redes sociales como un refugio para encontrar apoyo, especialmente aquellos en comunidades vulnerables, como la LGBTQ+.
Por otro lado, activistas como Sonya Ryan, quien perdió a su hija en un caso relacionado con el abuso en línea, destacó la importancia de proteger a los menores de los peligros que acechan en la web. En su mensaje, Ryan calificó la votación como "un momento monumental para proteger a nuestros niños de daños horrendos en línea".