La participación de Franco Colapinto reavivó la pasión por la Fórmula 1 en Argentina y abrió debates sobre el regreso del Gran Premio en Buenos Aires, mientras el Gobierno negocia con la FIA. También surgió la posibilidad de tener dos pilotos argentinos en la categoría, algo que no ocurre desde 1981 con Carlos Reutemann y Ricardo Zunino.
Colapinto enfrenta incertidumbre sobre su futuro en la F1. Aunque aún no tiene un asiento confirmado para 2025, podría continuar como tester en Williams, donde su principal tarea sería mejorar el rendimiento de los monoplazas. Equipos como Red Bull y Alpine mostraron interés en él, pero su ingreso depende de acuerdos que podrían definirse en las próximas carreras en Qatar y Abu Dhabi.
Por otro lado, Nicolás Varrone, piloto de General Motors y ganador de las 24 Horas de Le Mans, tiene un camino más complicado.
"'Nico' es piloto GM y para 2025 tiene que estar arriba de un auto. Para F1 hoy no se habla", declaró su representante José Manuel Balbiani. No obstante, el objetivo es que el joven de 24 años consiga los puntos necesarios para la Superlicencia, requisito indispensable para competir en la Máxima.
Entre las opciones, se evalúa su participación en la Fórmula 2 o la IndyCar, donde podría unirse a Juncos Hollinger Racing, que utiliza motores Chevrolet.
El deseo del representante de Nicolás Varrone
La falta de experiencia de Varrone en la IndyCar y los recursos económicos limitados complican sus posibilidades.
"Nuestra misión es buscar un incentivo externo para que GM considere más a 'Nico' para la Fórmula 1", aseguró Balbiani sobre las dificultades que enfrenta Varrone.
El sueño de ver a dos argentinos en la F1 parece lejano y dependerá de los próximos años. Aunque Colapinto tiene opciones reales, la llegada de Varrone a la categoría no sería factible antes de 2026 y, como está el panorama, podría no suceder.