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Historias de superación: el tierno mensaje de Albina, la tucumana que cumplió 100 años
Albina Silva celebró el 24 de noviembre un hito muy especial: su centenario. Con una sonrisa tranquila y mirada serena, la tucumana, acompañada de sus hermanas Celsa (98) y Delfina (96), compartió a LA GACETA su historia de vida, que ha transcurrido entre los campos de Burruyacu y los momentos cotidianos, marcados por el trabajo, la fe y la unidad.
En una cálida entrevista con LG Play, la mujer de 100 años relató cómo, desde su nacimiento en Burruyacu, creció rodeada de amor y esfuerzo; y cómo, a pesar de las dificultades, siempre miró al futuro con esperanza.
"Gracias a Dios sigo adelante", dijo con una modestia que refleja la fortaleza de quien ha superado los desafíos que le ha impuesto la vida.
Siempre hermanas
Su historia no es solo la de una mujer que llegó a los 100 años, sino la de tres hermanas unidas por el amor, la complicidad y una vida plena, que han compartido todo, desde la infancia hasta esta etapa de madurez.
“Nunca tuvimos ningún problema, siempre nos entendemos bien. Nos vemos todos los días”, aseguró Albina, quien, a pesar de su edad, se mantiene activa y enérgica, cocinando guisos, estofados y sopas para su familia.
LA GACETA FOTOS DE ANA LÍA JARAMILLO
Su cumpleaños
En su fiesta de cumpleaños, Albina recibió el cariño de toda su familia. “Nunca pensé que iba a llegar a los 100 años, pero aquí estoy, rodeada de todos los que amo”, dijo, agradeciendo especialmente a sus hijos, nietos y nuera, quienes la acompañan en cada paso.
Para ella, su secreto para llegar tan lejos es simple: "Vivir bien, trabajar, y pedirle a Dios que nos ayude en todo momento".
Delfina, su hermana menor, que está muy cerca de los 100 años, recordó con nostalgia los tiempos de su infancia. “Antes era todo muy libre, jugábamos en la vereda, todo era distinto”, relató. Hoy, con 96 años, Delfina sigue agradeciendo a Dios por la vida que tiene y por la oportunidad de seguir trabajando, a pesar de las dificultades que la vida le ha presentado. “A los 94 dejé de hacer tamales y chala para vender, pero la gente me sigue pidiendo, y si Dios quiere, voy a seguir trabajando”, confesó con determinación.
Por su parte, Celsa, la hermana que vive frente a Albina, también compartió su visión sobre la vida. "No peleamos, nos entendemos. Y cuando alguna de nosotras tiene razón, siempre pide disculpas", expresó con una sonrisa cómplice.
Las tres hermanas Silva nos dejaron una profunda lección de vida: la importancia de la familia, el trabajo constante y, sobre todo, la fe y la gratitud por cada día vivido. Albina, Delfina y Celsa no solo son un ejemplo de longevidad, sino de cómo la unidad familiar, el amor y la dedicación pueden marcar la diferencia a lo largo de los años.
Al finalizar la celebración, las tres hermanas cantaron el "Feliz Cumpleaños" a Albina, quien, entre risas y aplausos, pidió tres deseos, no solo para ella, sino también para su familia. “Gracias a Dios por estos 100 años”, dijo la mujer, cerrando con gratitud un capítulo tan especial de su vida.
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