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SEQUÍA. Una postal de los daños que ocasionó la falta de lluvias durante 2023 en la Argentina. / GREENPEACE
Según cifras oficiales de la Convención de las Naciones Unidas para Combatir la Desertificación (Cnuld), a nivel global las sequías han crecido el 29% desde el año 2000 debido al cambio climático, pero, también, por la gestión territorial. Los expertos de la Convención alertan que invertir en la capacidad de adaptación a la sequía es una de las acciones más rentables que pueden realizar los países y las regiones, con un retorno de hasta 10 veces la inversión inicial.
Estos datos se conocieron a propósito de la 16° Conferencia de las Partes (COP16) de la Convención de las Naciones Unidas para Combatir la Desertificación que se celebrará en Riad, Arabia Saudita. El foro comenzará el 2 de diciembre y se prolongará hasta el 13 de de ese mes. Esta reunión será crucial para elevar la ambición global y agilizar las medidas en la gestión sustentable de los suelos y la capacidad de recuperación ante la sequía.
La Cnuld se creó en 1994, y entró en actividad en 1996 para proteger, restaurar la tierra y garantizar un futuro más seguro, justo y sostenible. Ana Di Pangracio, directora ejecutiva adjunta de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), comentó: “dependemos de la tierra para sobrevivir. La tierra sostiene economías, modos y medios de vida de comunidades enteras, pero la maltratamos cada día. Está COP16 coincide con el hito de los primeros 30 años de la Convención y se espera que catalice nuevas iniciativas sobre restauración de tierras y resiliencia a la sequía”.
En el caso específico de la Argentina, el último periodo de sequía fue el más largo de los últimos 60 años: se extendió durante 3 años. La falta de lluvias provocó severos cambios sociales y climáticos, como los incendios en Córdoba y en las montañas de Tucumán. Según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, Argentina perdió alrededor de U$S 20.000 millones de ingresos por exportaciones en 2023. Además, desde el año 2020, más de un millón de hectáreas de humedales y ecosistemas del Delta del Paraná fueron destruidas por incendios, para impulsar el cambio de uso del suelo, aprovechando el escenario sostenido de sequía y la bajante histórica del Río Paraná.
Durante esta cumbre, se espera que los líderes y representantes de los 197 países que firmaron la Convención, incluyendo la Argentina, lleguen a un acuerdo sobre acciones conjuntas para:
-Acelerar la restauración de las tierras degradadas de aquí a 2030;
-Impulsar la preparación, respuesta y resiliencia ante la sequía;
-Garantizar que la tierra siga aportando a la acción climática y de biodiversidad;
-Reforzar los derechos de las mujeres a la tierra para avanzar en la recuperación de aquella, y
-Promover el compromiso de las juventudes incluso mediante la promoción de empleos decentes basados en la tierra.
Las mujeres, según información de la Cnuld, producen la mitad de los alimentos del mundo, pero poseen menos de una quinta parte de la tierra y constituyen el 70% de las personas que sufren hambre. Al respecto y según un comunicado distribuido por FARN, Di Pangracio expresó: “los gobiernos deben eliminar las barreras legales que muchas mujeres tienen para el acceso y posesión segura de la tierra, e incluirlas en su gestión, conservación y restauración”.
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