La abogada de Dominique Pelicot quiere “humanizar” al violador

La abogada de Dominique Pelicot quiere “humanizar” al violador

El hombre confesó que, durante 10 años, drogó y abusó de su esposa Giséle, junto con otros hombres. Una familia destruida y la convicción de que la vergüenza “debe cambiar de bando”.

La abogada de Dominique Pelicot quiere “humanizar” al violador
Hace 8 Hs

AVIÑÓN, Francia.- Béatrice Zavarro, la abogada de Dominique Pelicot, se ha puesto al hombro la tarea de “humanizar” al monstruo. Se sabe que hoy, en su alegato final, dirá que su cliente, violador confeso, “sigue siendo un ser humano”.

El hombre, de 71 años, que vivía con su esposa Giséle en Mazan, un pueblo de Aviñón, en el sur de Francia, fue descubierto casi por casualidad.

En septiembre de 2020, fue detenido por grabar bajo las faldas de varias mujeres en un supermercado de Carpentras.

La denuncia derivó en una investigación en su casa, donde los policías encontraron miles de grabaciones, en las que se veía cómo violaba a su esposa inconciente, y dejaba entrar a otros hombres en la habitación, para que también abusaran de ella.

Al registrar los archivos informáticos de Pelicot, los investigadores descubrieron 20.000 vídeos y fotos de las violaciones a las que sometió a la víctima, hoy convertida en un icono feminista mundial, al decidir dar la cara “para que la vergüenza cambie de bando”.

Zavarro, desde el inicio del proceso dejó en claro que su cliente cometió “actos monstruosos” que merecen el castigo penal, pero, matizó que el juicio puede servir para “comprender la forma de ser” de alguien que “ha cometido actos inimaginables, abyectos, repugnantes”.

La Fiscalía pidió el lunes 20 años (la pena máxima en Francia) de prisión para Dominique Pelicot, y condenas de entre 4 y 16 años para los otros 51 acusados de agresión sexual y violación bajo sumisión química contra Gisèle Pelicot.

Los fiscales añadieron el agravante por haber suministrado drogas a la víctima para alterar su estado y someterla, en este caso con altas dosis de somníferos que la dejaban inconciente.

“Me lo esperaba, es incuestionable” admitió Zavarro sobre la petición de condena, que aseguró que no se ha planteado qué pena final le puede corresponder a su cliente. Pelicot reconoció los hechos desde el inicio del proceso, el 2 de septiembre.

“Las razones”

Zavarro dijo que, al preparar su alegato, decidió tratar de hacer comprender -al tribunal y demás protagonistas en este juicio- las razones que motivaron a su cliente a cometer estos actos.

“Quiero que la señora Pelicot salga de este Tribunal sabiendo las razones por las que esto ocurrió, para que no haya más interrogantes. No soy yo quien pronuncia la pena, es el Tribunal quien decidirá lo que considere necesario o útil”, remató.

Los hechos que se juzgan se prolongaron de julio de 2011 a octubre de 2020, la mayor parte de ellos, en la casa de los Pelicot en Mazan, aunque antes ocurrieron en la región parisina y también en una segunda residencia familiar.

Dominique Pelicot entraba en contacto con decenas de hombres en internet, los invitaba a su domicilio tras drogar con ansiolíticos a la víctima y abusaban mútuamente de ella sin que esta recordara nada más tarde.

Aún queda la sospecha sobre la posibilidad de que haya abusado también de su hija y de al menos una de sus nueras. “Perdí mi infancia”, contó uno de sus hijos, quien añadió que la familia se desmoronó cuando supo lo que había hecho su padre.

Pelicot está imputado en otros dos casos de violencia de género, uno por la violación y el asesinato de una mujer en 1991 y el otro por una tentativa de violación con arma blanca en 1999.

Comentarios