Chile: acusan a Gabriel Boric por acoso sexual
El abogado del presidente de Chile, Jonatan Valenzuela, dijo que el mandatario recibió 25 correos no solicitados, incluyendo uno con imágenes explícitas, y que siempre respondió de manera escueta y automatizada, sin establecer ningún tipo de relación personal o afectiva con la denunciante.
El abogado del presidente de Chile, Gabriel Boric, reveló la existencia de una denuncia por acoso sexual contra el mandatario, interpuesta en septiembre de este año por hechos que habrían ocurrido entre 2013 y 2014. Según la defensa, Boric fue víctima de “acoso sistemático” por parte de una compañera de trabajo durante su práctica profesional, quien le envió 25 correos electrónicos no solicitados, uno de ellos con contenido explícito. Los mensajes, entregados a la Fiscalía Regional de Magallanes, fueron respondidos de manera breve y automatizada por Boric, quien, según su abogado, nunca estableció una relación personal o afectiva con la denunciante.
El contenido de los correos muestra un patrón de insistencia y obsesión por parte de la denunciante, quien llegó a expresarle su amor incondicional, pedirle vivir juntos y, al no recibir respuesta, comenzó a enviar mensajes agresivos e incluso amenazas. La defensa sostiene que estos mensajes constituyen una forma de acoso hacia Boric, quien no mantuvo comunicación con esta persona después de 2014. El caso se encuentra bajo investigación reservada por la Fiscalía, y el abogado de Boric asegura que no existen pruebas que sustenten la acusación de acoso sexual.
Desde el Gobierno, la portavoz Camila Vallejo desmintió las acusaciones y señaló que el presidente no ha sido citado ni notificado formalmente por la Fiscalía. Vallejo también rechazó que la demora en informar sobre la denuncia tuviera motivaciones políticas, afirmando que el Gobierno decidió hacerlo público después de recibir los últimos contactos de la Fiscalía en octubre. Boric, por su parte, ha reiterado su disposición a colaborar con el esclarecimiento de los hechos.
La denuncia generó reacciones divididas en el ámbito político. Sectores de derecha, encabezados por figuras como José Antonio Kast, criticaron al Gobierno por no haber transparentado antes la situación, acusándolo de priorizar intereses electorales. En tanto, otras voces políticas, como las de la UDI, pidieron prudencia y permitir que la Fiscalía realice su trabajo. El caso continúa abierto y bajo la atención pública, en un contexto político ya tenso por otras acusaciones en el entorno del mandatario.