Hay un desafío que se plantea con urgencia y es la incorporación de la tecnología en las aulas. Tecnología es un término amplio que encierra desde nociones básicas, como la conectividad en las escuelas hasta la incorporación de la Inteligencia Artificial como herramienta de trabajo en el sistema educativo. Durante el Cuarto Encuentro de Empresarios del Norte Argentino, organizado por la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas de Tucumán (ACDE) quedaron en evidencia algunos cabos sueltos después los minuciosos análisis que realizaron la ministra de Educación, Susana Montaldo y Víctor Volman, director de Argentinos por la Educación.
En un mundo donde el acceso al conocimiento está más democratizado que nunca, nuestras escuelas se enfrentan al desafío de formar ciudadanos críticos y capaces de adaptarse a un entorno en constante cambio, sin dejar de atender las problemáticas sociales que persisten.
En Tucumán, los números revelan tanto avances como preocupaciones. Con una matrícula de 486.207 estudiantes, el sistema educativo provincial comienza a dar pasos significativos hacia la inclusión tecnológica. Según la ministra, el 79% de las escuelas estatales cuentan con conectividad, un logro que no debe subestimarse en un país donde las brechas digitales son profundas. Además, la reciente instalación de 26 antenas Starlink, gracias a una alianza con Unicef, promete llevar internet de alta velocidad a las zonas rurales más alejadas. Este avance no solo pone herramientas tecnológicas en manos de los docentes y estudiantes, sino que también democratiza las oportunidades de aprendizaje.
Sin embargo, estos avances contrastan con los retos que siguen acechando al sistema educativo. La deserción escolar, el consumo de drogas y la necesidad de trabajar a temprana edad son realidades que desdibujan el horizonte de muchos jóvenes, especialmente en contextos vulnerables.
Volman contó que desde 1997 hasta 2019 las pruebas de tercer grado con la métrica de la Unesco empeoraron en Argentina. “Nuestro país pasó del segundo puesto al décimo, lo que es una demostración de los bajos niveles de aprendizaje que hoy tiene la matrícula en el país. El 46% de los chicos no entienden lo que leen”, señaló. Y no se trata de un problema relacionado con la condición social. En este sentido, la IA puede ser tanto aliada como amenaza, advierten los especialistas. Si no se gestiona adecuadamente, podría agudizar desigualdades ya existentes, dejando atrás a quienes no cuentan con las condiciones mínimas para acceder y aprovechar estas herramientas.
El desafío no es solo conectar escuelas a internet, sino garantizar que esa conectividad se traduzca en experiencias pedagógicas significativas. Esto implica capacitar a los docentes, replantear los planes de estudio y generar estrategias que permitan que las tecnologías, incluida la IA, sean una herramienta para potenciar habilidades críticas, creativas y emocionales en los estudiantes.