La pasión no tiene límites. Luis Cabrera y tres amigos, fieles seguidores de San Martín de Tucumán, emprendieron un viaje hacia Mendoza para alentar al equipo en la ida de las semifinales del reducido contra Gimnasia, pese a las estrictas restricciones que impiden el ingreso de hinchadas visitantes.
“A San Martín todo el mundo sabe que lo seguimos como sea. Si no sale un viaje, sale otro; siempre vamos a todos lados”, expresó Cabrera, destacando la devoción incondicional que sienten por el conjunto de La Ciudadela.
El grupo integrado por Cabrera, José Luis, Mayra López y Camila Roldán organizó el viaje con poco tiempo de antelación, desafiando los compromisos laborales y personales. “Mayormente sale de imprevisto por el tema de los trabajos. Vamos viendo cuántos somos, organizamos todo y arrancamos”, contó Cabrera.
A pesar de que en el estadio Víctor Legrotaglie no se vende entradas al público visitante ni se permite hinchas neutrales, Luis y su grupo estará en las tribunas para alentar al equipo de Diego Flores.
“Entraremos ahí infiltrados. No nos conformamos con verlo por la tele. Nosotros, como sea, estamos presentes”, aseguró Luis con orgullo, dejando en claro que, para ellos, la pasión por los colores supera cualquier restricción.
La emoción de seguir a San Martín de Tucumán en otra provincia
Más allá del fútbol, el viaje también ofreció un momento de esparcimiento en la capital mendocina. “Llegamos esta mañana y ya volvemos el miércoles con los permisos del jefe”, dijo Cabrera entre risas.
A pesar de las adversidades, Luis y sus compañeros son un ejemplo de que la pasión no conoce límites. Con la esperanza de que San Martín logre un buen resultado en esta primera semifinal, ellos ya se consideran ganadores al poder estar cerca del equipo que tanto aman. “Poder ver a San Martín, es una pasión que no te puedo describir con palabras”, concluyó Cabrera.