“Le partió un palo en el cuello”: testigos complicaron a los acusados del ataque en el campo de golf

“Le partió un palo en el cuello”: testigos complicaron a los acusados del ataque en el campo de golf

El fiscal Juan Pablo Calderón le tomó declaración a la amiga de Silvina Lopresti y al hombre que registró el momento posterior a la agresión.

Una mujer fue atacada a palazos en un campo de golf en Pinamar Una mujer fue atacada a palazos en un campo de golf en Pinamar
Hace 2 Hs

Dos testigos declararon en la causa contra la pareja acusada de golpear con un palo de golf a una mujer en Pinamar y confirmaron el ataque, indicaron a Infobae fuentes del caso. El expediente se encuentra manos del fiscal Juan Pablo Calderón, titular de la UFI N°4 de la ciudad balnearia.

Los testigos que declararon son el hombre que filmó con su celular el instante posterior a la agresión y una amiga de la víctima. “Le partió un palo de golf en el cuello”, dijo al fiscal la mujer que tomaba mate en el campo de golf junto a Silvia Lopresti, la víctima, de 61 años y oriunda de City Bell, La Plata.

En cuanto al testigo que registró el momento en un video, que se viralizó en redes sociales y generó repudio, explicó que él también estaba tomando mate. “Estaba mirando la cancha de golf y vio que empezaron esta discusión. Afirmó que la imputada le pegó con un palo de golf”, añadieron.

“Lopresti tiene un hematoma en la cabeza, uno en antebrazo y otro en hombro”, detalló la fuente sobre las marcas que dejó el ataque en el cuerpo de la platense.

Así, se complica la situación de Celeste López, la presunta autora de los golpes, y su pareja, Mariano Girini, dueño de una importante farmacia de la zona que este lunes amaneció cerrada, según ilustraron los medios de la zona. Ambos tienen una orden de prohibición de acercamiento a la víctima y, por el momento, no presentaron abogados en la causa ni realizaron declaraciones públicas.

Se les imputa el delito de lesiones, sin agravantes. “No es un caso que amerite la figura de odio racial debido a que no es el motivo principal de la agresión”, indicaron fuentes del expediente.

La grabación, aunque no muestra el momento del golpe -es materia de investigación si el episodio sucedió tal como lo describió Lopresti- es clave para el fiscal Calderón. En el video, se puede observar a una mujer tendida en el pasto y a otra que la asiste y grita: “Socorro, socorro, que nos ayuden, la golpeó con el palo”. Quien sería Pérez le responde: “No pueden estar acá”. En ese momento, interviene el hombre que capta la secuencia: “Sí, pero eso no te da derecho a pegarle con un palo”. Al mismo tiempo, la pareja se aleja de la escena.

Luego, una segunda parte del video muestra a Lopresti que trata de reincorporarse y, con la voz quebrada, dice, entre insultos: “Me pegó con un palo en la cabeza”. A un costado, se encuentra el bolso matero.

El caso

El hecho ocurrió el martes 19 de noviembre en el campo de golf de Pinamar, ubicado en la avenida Enrique Shaw. En ese lugar, Silvia Lopresti y una amiga disfrutaban de la tarde hasta que su presencia desató un conflicto inesperado.

La víctima explicó que suele visitar el campo de golf para distenderse: “Voy seguido al golf a pasear, a caminar, a descargar tensiones en el pasto”. Afirmó que, en ese contexto, estaba al costado de la cancha, lejos de la zona de juego, cuando notó algo inusual: “Esta gente estaba jugando al golf, lejos. Nosotras estábamos al costado de la cancha. Sabemos las reglas del golf, la etiqueta y todo. Empezamos a ver algo raro porque las pelotas volaban muy rápido. A esta gente le molestaba nuestra presencia y empezaron a tirar para nuestro lado”.

Ante esa situación, decidió acercarse a dialogar sobre las normas del deporte, pero en ese momento la mujer que practicaba golf la atacó imprevistamente. “De la nada, con el palo que tenía en la mano, me pegó en la cabeza. El palo se partió y el golpe me dejó atontada. Después sacó otro y me volvió a pegar”, describió en una entrevista con el programa De Vuelta, en Radio 10.

La víctima denunció que la agresión estuvo acompañada de insultos racistas y despectivos. “Me decía: ‘Váyanse, ratas. Pago 50 mil dólares para estar acá, esto no es Ostende. No tienen que estar acá’”, declaró.

La víctima lamentó: “Me pegaron como a una rata”.

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