El contacto telefónico tenía una interferencia desgarradora. "Me duele todo", es lo único que pudo decir Pablo Carrizo cuando atendió a LA GACETA. Eran casi las 13 y habían pasado poco más de 24 horas del accidente que lo dejó en shock.
Es cierto, cualquiera puede decir eso tras algún incidente físico. Era de presagiar, por lo que se vio en los videos que se viralizaron, que Carrizo tendría algún dolor. Cuando un auto de rally golpea, atropella, como le pasó a él, seguro deja consecuencias. Si bien tras el dramático accidente el concepcionense, camarógrafo y fotógrafo, que estaba realizando la cobertura periodística de la prueba deportiva, está fuera de peligro, en su cuerpo quedaron secuelas.
El diálogo duró tan solo cuatro minutos y 15 segundos. Con la amabilidad de siempre, Carrizo estaba obligado a intercalar no sólo las frases, sino cada palabra, con un "ay, ay, ay". "Sí; me duele todo. Pero lo bueno es que estoy bien", aseguro sin abandonar el optimismo pese al intenso dolor que sentía. "Más tarde voy al hospital porque apenas puedo moverme. Parece que la rodilla volvió a salirse", estimó el hombre.
Carrizo debió volver al hospital de Concepción
La luxación de una de las rodillas es la lesión más grave que tuvo cuando fue derribado entre los pastizales de la zona del doble vado, en el tramo que une Potrero de las Tablas con Lules. Entre las decenas de personas que estaban en ese punto, él fue el único herido.
Carrizo explicó que no pasó una buena noche porque apenas pudo dormir. Agradeció el interés que desde todo el ámbito "tuerca" le expresaron y también el acompañamiento que está recibiendo por parte del Tucumán Motor Sport, organizador de la carrera, encabezado por Rolando Cabrera.