Por distintas razones, en los últimos años cientos de argentinos optaron por irse del país en busca de trabajo y una mejor calidad de vida. Aunque en el imaginario colectivo existe la idea de que Europa es el lugar que mejores condiciones ofrece, hay jóvenes que prefirieron no cruzar el océano Atlántico y probaron suerte en ciudades de Latinoamérica con economías más estables que la de Argentina, según dicen.
En diálogo con LA GACETA, tres tucumanos cuentan sus experiencias de trabajo y cómo se adaptaron luego de emigrar a Perú, México y Brasil. En sus relatos, Rodrigo Linares (27), Flavia Valdez (32) y Virginia Salas (27) hacen énfasis en la posibilidad de seguir ejerciendo sus profesiones, cuentan de qué manera se observa la crisis argentina en sus países y detallan lo que más extrañan de Tucumán.
“En Perú puedo ejercer mi profesión y estoy muy agradecido”
Rodrigo Linares, oriundo de Trancas y recibido de Contador Público Nacional, relata cómo surgió la posibilidad de emigrar a Perú en 2022 gracias a su trabajo en la provincia. “En Tucumán estuve trabajando para un estudio contable; allí surgió la posibilidad de hacer un servicio para una empresa agroexportadora, esa empresa invertía en Perú y me propusieron ser parte del equipo de trabajo. Aquí puedo trabajar con mi profesión, salvo algunas diferencias entre cómo se ejerce entre un país y otro, la base es la misma. Estoy muy agradecido por la posibilidad y la confianza que pusieron en mí”, cuenta.
Desde Chiclayo (al noroeste de Lima), el contador expone cómo fue su sorpresa al ver la reacción de los peruanos cuando supieron que era argentino: “Aquí se tiene muy presente al general (José de) San Martín y Simón Bolívar que ayudaron a la independencia del Perú, es por esto que están muy agradecidos con Argentina. Cuando salís a la calle y te reconocen que sos argentino te conversan, te tratan muy bien. Algo interesante también es la influencia de la música argentina y de qué manera siguen a los equipos como Boca, Racing y River”.
En cuanto a la situación económica, Rodrigo comenta que en ese país “podés proyectar cuánto vas a pagar de servicios, lo que vas a destinar para diversión y cuánto vas a ahorrar”. “Los precios son estables. Aquí, prácticamente no hay paritarias; cuando se dan aumentos de sueldos es por premio a tu producción y empeño en el trabajo”, explica.
Cafetería argentina
Desde México, Flavia Valdez cuenta a LA GACETA su experiencia de vida luego de emigrar a un país que le abrió una “gran puerta” en lo laboral: “Soy chef y me trajo una escuela de gastronomía para dar clases. Me quedé y hoy tengo mi propia cafetería, que a la vez se convirtió en la primera pastelería y panadería argentina en Guadalajara”. “En México, me sentí muy cerca, apapachada, como dicen acá, a pesar de estar lejos de mi casa”, destaca.
“Aquí si trabajas mucho podés ahorrar, poner tu propio negocio, pero siempre que trabajes con esfuerzo. La economía es muy estable. Desde que llegué, en 2013, el dólar aumentó dos o tres pesos mexicanos”, cuenta Flavia desde el centro del continente.
En cuanto a su vida allí, la joven señala que a pesar de compartir el mismo idioma, hubo confusiones con sus amigos y compañeros mexicanos por los diferentes modismos que se utilizan en el trabajo o la vida social: “A veces yo decía palabras y para ellos eran ofensas, pero la gente es muy educada y empática, me entendían o sino, me explicaban. Los mexicanos aman a los argentinos, pese a que tenemos un poquito de mala fama y nos tilden de agrandados. Una vez que te conocen cambian su forma de pensar. Cuando vuelvo a la Argentina, siento que extraño todo de México y es por que me hicieron sentir muy cómoda desde un principio”, confesó.
Empanadas en Brasil
Virginia Salas decidió emigrar a Brasil en enero de 2023 y desde su llegada a Florianópolis trabajó arduamente hasta conseguir estabilizarse económicamente en el barrio Ingleses do Rio Vermelho. “La economía argentina me empujó. En mi trabajo daba el 100% de mí y no me alcanzaba, es por esto que decidí buscar una mejor calidad de vida. Llegué a Brasil sin saber qué hacer, pero decidida a trabajar. Traje materia prima de Argentina y comencé haciendo empanadas tucumanas con la masa casera, frita y la carne picada a cuchillo; salía a la playa a vender y me fue bien”, relata. La muchacha señala que luego incorporó sánguche de milanesa, tortas fritas y bizcochuelo, también trabajó en un restaurante y hoy se desempeña en una empresa de limpieza.
“Ambos países tienen cosas muy similares, por ejemplo, predomina la fe católica, hay músicas parecidas y la comida. Por otro lado compartimos la pasión por el fútbol que abre las puertas para una conversación en cualquier ámbito que te encuentres. Los brasileños son muy amables, nos recibieron súper bien, pero los argentinos somos mucho más cálidos y familiares. Eso se extraña mucho”, describe Virginia. Por último, la joven tucumana destaca la baja inflación que existe en Brasil lo que le permite viajar y conocer otros lugares de Santa Catarina y del país. “Estoy aprovechando mi tiempo libre para hacer turismo, quiero llegar a la temporada más tranquila porque allí se trabaja mucho”, afirma.
Para cerrar, los profesionales tucumanos contaron a LA GACETA cuáles son las expectativas que tienen sobre el futuro de la Argentina y las políticas que emplea el Gobierno de Javier Milei. Además, señalaron con nostalgia lo que más extrañan de Tucumán y cómo sobrellevan sus días estando lejos de sus familias y amigos.
“Mi deseo es que Argentina logre esa estabilidad que todos queremos. Siempre estoy preocupada por mi familia de allá. Por lo que veo y me cuenta mi mamá estamos yendo hacia esa estabilización. Mi familia viene de abajo, siempre fueron trabajadores, está costando, pero soy optimista que vamos mejorando”, sostiene Flavia, quien visitó el Jardín de la República con su novio en abril y comenta que en algunas zonas de Tucumán se ve crecimiento aunque la entrada a la Capital “no es la mejor, huele feo y le dio vergüenza”.
Desde las playas de Florianópolis, Virginia apunta a la gastronomía tucumana y sus vínculos familiares como los causantes de su nostalgia en Brasil: “Siempre extraño los asados de mi papá, ir a visitar a mi abuela y tener esas charlas interminables con ella. Cuando vuelva a Tucumán, lo primero que haría es almorzar con ellos y degustar un sánguche de milanesa con la clásica gaseosa de manzana”. “No opino mucho de política ya que es un tema muy amplio, pero sí creo en el gobierno actual y también confío en los cambios. Estoy viendo que la inflación está bajando y todo cambio lleva un proceso”, expresa.
Por último, Rodrigo describe la gran diferencia que existe entre caminar por las calles de Perú y hacerlo por las de Tucumán: “Estoy muy orgulloso de mi provincia, es muy linda, limpia y ordenada si se compara con lo que se vive en Perú. Otros ámbitos a destacar son la educación y la salud pública, los argentinos somos privilegiados en eso”.
“Lo primero que hago cuando vuelvo a Tucumán es abrazar fuerte a mis padres, a mis hermanos, a mis abuelos y encontrarme con mis amigos. Es lo que más me reconforta y una parte de mí se queda con ellos. El deseo de volver siempre está, sea quien sea el presidente, en este caso, Milei, espero que esté enfocado y haga lo que sea necesario para que Argentina salga adelante”, manifestó.