Este domingo, 24 de noviembre de 2024, la Iglesia católica celebra a Santa Flora de Córdoba, ya que su vida estuvo marcada por hechos memorables dignos de destacar en el santoral, libro que describe a los santos y a las personas beatificada por el Papa, soberano del Estado de la Ciudad del Vaticano.
Según las escrituras,Santa Flora de Córdoba fue una virgen y mártir que, a pesar de ser azotada y sometida a crueles vejaciones por su hermano musulmán, mantuvo firme su fe cristiana y fue decapitada junto a Santa María por su valiente profesión de fe.
Santa Flora de Córdoba fue una joven mártir cristiana del siglo IX, conocida por su firmeza en la fe a pesar de las adversidades que enfrentó. Hija de una madre cristiana y un padre musulmán, Flora fue educada en los valores del cristianismo, lo que la llevó a mantener su creencia a pesar de la presión de su entorno. Su hermano, un musulmán fanático, la denunció ante las autoridades, lo que resultó en su arresto y en una serie de crueles torturas destinadas a hacerla renegar de su fe. Sin embargo, Flora se mantuvo inquebrantable, mostrando una valentía admirable frente a la persecución.
Junto a ella, se encontraba Santa María, otra joven cristiana que también decidió enfrentar el martirio. María, hija de cristianos, había sido educada en un monasterio y, tras la muerte de su hermano mártir, se unió a Flora en su camino hacia el sacrificio. Ambas jóvenes se encontraron en la iglesia de san Acisclo, donde compartieron sus resoluciones y se comprometieron a permanecer unidas en su fe. Este encuentro fortaleció su determinación de hacer una pública profesión de fe ante el cadí, desafiando así las normas de su tiempo.
El desenlace de su historia fue trágico pero significativo. Tras ser encarceladas y condenadas a muerte, Flora y María fueron decapitadas, convirtiéndose en símbolos de la resistencia cristiana en un contexto de opresión musulmana. Sus cuerpos fueron expuestos como un aviso a otros cristianos, pero su legado perduró y sus cabezas fueron finalmente depositadas en la iglesia de san Acisclo, donde su memoria sigue siendo honrada. La rápida difusión de su culto en toda España refleja la profunda impresión que causó su martirio en la comunidad cristiana de la época.
Encarceladas junto con prostitutas y gente de mal vivir, son condenadas por los jueces a morir decapitadas, no sin el consuelo, ánimo y bendición de san Eulogio que las conoció. Hecha la señal de la cruz, primero será la cabeza de Flora la cortada por el alfanje, después rueda la de María. Sus cuerpos quedan expuestos, para disuasión de cristianos y demostración de poder musulmán, a las aves y los perros. Al día siguiente los arrojaron al Guadalquivir.
Sus cabezas se depositaron en la iglesia de san Acisclo.
Junto a este personaje hay otros santos y mártires a los que también se les celebra este domingo 24 de noviembre como los siguientes:
Santa María de Córdoba
San Agustín Schoeffler
San Alberto de Lovaina
San Alejandro mártir
Santos Andrés Dung Lac y compañeros
San Colmano de Uama
San Crescenciano mártir
San Crisógono de Aquileya
Santa Firmina de Amelia
San José Tuan, sacerdote
San Juan Luis Bonnard
San Lucas Vu Ba Loan
San Porciano
San Protasio
San Romano
Beato Balsamo de Cava
Beata Inés Tsao Kui
San José Nguyên Van Luu
Beata María Ana Sala
Beata Niceta de santa Prudencia Plaja Xifra y compañeras