El año en que Concepción FC se animó a desafiar las fronteras del interior

En 1986, el fútbol tucumano vivió una de esas historias que quedan grabadas en la memoria de todos los hinchas, más allá de si el resultado final fue o no el esperado. En un escenario en el que los grandes de la Primera División parecían dominar sin contrapeso el terreno, un equipo del interior irrumpió con fuerza, valentía y un sueño por alcanzar lo que muchos consideraban inalcanzable. Concepción FC soñó con la Copa Libertadores.

Para entender la magnitud de esta proeza es necesario contextualizar la situación del fútbol argentino por esos años. Una vez finalizado el torneo de Primera División 1985/86, cuyo campeón fue River, la AFA decidió organizar una competencia denominada Liguilla Pre-Libertadores, con el objetivo de clasificar a un segundo equipo argentino para el certamen continental del 86’.

Este torneo reunió a 12 equipos, incluidos los cinco primeros de la tabla de posiciones, entre ellos el “Millonario” y Argentinos (campeón de la Libertadores 1985). A ellos se les sumó Vélez por su segundo lugar en el Torneo Nacional, y también participaron seis equipos del interior del país (los ganadores de cada una de las zonas del Torneo Regional).

El sistema no sólo buscaba dar espacio a los clubes de Primera División sino también, aunque de manera limitada, a los equipos del interior, en un intento por descentralizar el fútbol argentino. Para Concepción FC este formato era una oportunidad única de trascender más allá de las fronteras del norte y dejar una marca en la historia del fútbol nacional.

El “Cuervo del Sur” se clasificó a la Liguilla tras una destacada campaña en su zona del torneo Regional. En una época en la que los recursos eran escasos, el equipo supo imponerse con trabajo y sacrificio.

Concepción FC dejó en el camino a equipos como San Martín, Central Norte de Salta y Gimnasia de Jujuy, con un saldo de cuatro victorias y dos empates. De esa manera, finalizó invicto en el campeonato. Este desempeño le valió el respeto en el norte y el reconocimiento en el ámbito nacional.

“Un conjunto aguerrido, con jugadores que mezclan calidad y coraje. Su capacidad de superar adversidades los ha convertido en un ejemplo para el fútbol del interior”, describía LA GACETA en sus crónicas al equipo de Carlos Antonietta.

Este plantel estaba compuesto por figuras que dejaron una huella imborrable como Héctor Centeno, Carlos “Buly” Suárez, Hugo Barrionuevo, Gustavo Bassitta, Francisco Pacheco, José Rafael Tártalo y Pedro Manuel Olalla. Su arquero, Pedro Romano, fue especialmente destacado por sus actuaciones bajo los tres palos.

El inicio de la ilusión 

El 27 de abril de 1986, Concepción FC vivió una de sus jornadas más históricas. El modesto club tucumano, que empezaba a dar pasos de gigante, recibió en su estadio a Vélez, uno de los equipos más fuertes de Primera, para disputar el primer partido de la Liguilla Pre-Libertadores.

El estadio de Octaviano Vera y Stewart Shipton, conocido por su capacidad limitada, vibró con el apoyo de más de 12.000 personas que esperaban con ansias ver a su equipo dar el gran golpe. La ilusión se palpaba en el aire.

Tal es así que en la edición del día anterior al partido, los futbolistas del “Cuervo del Sur” habían mostrado toda su algarabía y su confianza. “Concepción FC viene agrandado, en el buen sentido de la palabra. Hay una confianza enorme en el triunfo y eso es vital en un partido de esta naturaleza”, aseguraba Carlos Suárez. “Aquí se ha trabajado para ganar. De eso no hay dudas. Vélez es un gran equipo, pero nosotros estamos convencidos de que los dos puntos quedarán en casa”, había anticipado Luis Coronel.

“El sur de la provincia tendrá su gran fiesta futbolera en la coqueta ciudad de Concepción. Fiesta agradable, en una jornada que ha de colmar de público y voces al escenario concepcionense. Y dura lucha para los dueños de casa, en una jornada no exenta de riesgos para Vélez, por la pujanza de los sureños”, se destacaba en otra crónica del mismo día.

A pesar de la diferencia de jerarquía entre ambos equipos, Concepción FC nunca se amedrentó. No obstante, el partido terminó con un contundente 3 a 0 a favor del “Fortín”, con goles de Jorge Hernández, Mario Vanemerak (de penal) y Adrián Bianchi.

Al día siguiente, LA GACETA analizaba lo que había dejado el duelo en el estadio Antonio Guillén. “Vélez, con mayor oficio y practicidad, se quedó con el triunfo en el sur ante un Concepción FC disminuido y errático en su potencial ofensivo. El 3 a 0 final mostró una exacta diferencia entre ambos equipos, aun cuando la gente de Liniers, por poco, consigue una goleada superior. El arquero Romano, en una meritoria actuación, salvó a los ‘cuervos’ de un desastre mayor”, mencionó el cronista.

El resultado fue un golpe duro para el conjunto concepcionense. No obstante, algo que marcó la diferencia en aquel partido fue la actitud de la hinchada.

“El público de Concepción, a pesar de la derrota, aplaudió a Vélez reconociendo su calidad y deportividad. Esto demostró que, aunque el sueño de la Copa parecía alejarse, el fútbol en Tucumán sabía cómo comportarse ante la adversidad”.

El último suspiro

Aunque el resultado de la ida fue devastador tanto para hinchas como para jugadores, Concepción FC no se rindió. A pesar de las dificultades, el “Cuervo del Sur” se preparó con todo para el partido de vuelta, disputado el 4 de mayo de 1986 en el estadio José Amalfitani. “Será un cotejo difícil para los tucumanos que, perdiendo en la ida por goleada, necesitan una hazaña para mantener viva la ilusión de clasificar a la Copa Libertadores. Aun así, los hinchas del sur siguen esperanzados en un milagro deportivo”, destacó LA GACETA.

En Buenos Aires, Concepción FC luchó con todo su esfuerzo, pero cayó 2 a 1, con el descuento de Juan Carlos Uribio. A pesar de la derrota, el equipo se ganó el respeto de sus rivales y del público nacional por su entrega y determinación.  

“Más allá del golpe que significó la eliminación, nada puede opacar una campaña heroica. Concepción FC defendió con honor los intereses del fútbol tucumano”, reflexionaba el diario.

El impacto en Tucumán

El camino de Concepción FC en la Liguilla Pre-Libertadores marcó un antes y un después en el fútbol tucumano. En una época en la que los equipos del interior rara vez tenían protagonismo nacional, el “Cuervo” demostró que con esfuerzo, pasión y trabajo en equipo, era posible competir de igual manera contra los grandes de nuestro fútbol.

En sus páginas, LA GACETA reflexionaba días después. “La eliminación duele, pero lo que queda es el ejemplo. Concepción FC ha hecho historia y, más allá del resultado, el fútbol tucumano puede estar orgulloso de su representación en esta competencia”.

El legado de un sueño

La gesta de Concepción FC en la Liguilla Pre-Libertadores de 1986 sigue viva en la memoria del fútbol tucumano. Aunque el sueño de la Copa Libertadores quedó truncado, el “Cuervo del Sur” demostró que se puede hacerle frente a los grandes equipos. Su historia es, sin duda, un himno de orgullo y una fuente de inspiración para las futuras generaciones.

Aquella campaña no sólo fue un logro deportivo, sino también un recordatorio de que el interior del país tiene su lugar en el fútbol argentino. De esta manera, el recuerdo de aquellos días de gloria permanece intacto en el corazón de los hinchas, que levantan la bandera del orgullo por aquellos tiempos dorados.

Formación de ambos equipos

CONCEPCION FC: Romano; Centeno, Coronel, Barrionuevo y Suárez; Bassitta, Contreras y César Pacheco; Francisco Pacheco, Olalla y Herrera. DT: Carlos Antonietta.

VELEZ SARSFIELD: Bartero; Lucca, Larraquy, Coloccini y Bujedo; Vanemerak, Gissi y Meza; Bianchi, Gutiérrez y Hernández. DT: José Yudica.