Las plantas son de los mejores aliados para decorar los hogares, tanto en interiores como exteriores. Pero, si de espacios grandes se trata, hay un tipo en particular que puede convertirse en el mejor aliado: las enredaderas. Estas plantas trepadoras pueden cubrir grandes superficies y generan un clima totalmente distinto.
Sin embargo, una de las principales preocupaciones al considerar las enredaderas es que muchas de ellas, al adherirse a las superficies, a la larga generan humedad. Aunque hay tratamientos específicos para las paredes, hay algunas que pueden resistir un largo tiempo sin dañar ninguna estructura.
Plantas decorativas que no generan humedad
Frutilla. La planta de frutillas pertenece a la familia de las rosas. Suele estar entre las favoritas debido a su excelente sabor, olor y textura. Además, como parte de la decoración, suelen llamar la atención por la popularidad que tienen y por lo poco frecuente que es verlas en su lugares que no sean una huerta.
Petunias. Además de ser plantas para pared que no generan humedad, las petunias suelen vestir balcones y galerías por sus coloridas flores. Son excepcionales por su largo periodo de floración y por la rapidez para crecer.
Geranios. Entre la familia de los geranios, hay una variedad enorme de colores. Cuando llega el verano, los geranios aparecen para embellecer el paisaje e impregnar con su perfume. Sin embargo, hay especies que florecen entre la primavera y el otoño, por lo que hay que saber elegirlas.
Thunbergia alata. Esta planta trepadora originaria de África se utiliza principalmente como decorativa y ornamental por su forma y color. También se conoce por los nombres Ojos de poeta u Ojos de Venus y puede ser utilizada como planta de interior.
Cómo cuidar enredaderas
Durante el verano, la planta tenderá a girarse hacia el sol, pero puede acabar quemándose si hace mucho calor. Lo mejor que se puede hacer es pulverizar agua sobre sus ramas para refrescarlas, no demasiada para no ahogarla. En este caso es vital evitar el encharcamiento de la planta: la hora ideal para regarlas es la primera de la mañana. Así estará húmeda durante el día y podrá soportar el calor.
Pero, durante la primavera, hay que tener especial cuidado con las plagas. También es momento de poda, así que podés redirigir el rumbo por el que querés que la planta siga creciendo con algunos cortes semanales.