“Hay demanda de divisas. Vendemos dólares, pero no hay Reales. Muchos vienen a consultar si tenemos para cambiar”. En plena city tucumana, un “arbolito” cuenta que la inminente llegada del verano activa la demanda de dólares. Y la próxima temporada no es la excepción: la estabilidad cambiaria ha permitido a los tucumanos acceder al billete verde para evitar recargos en el pago de las compras en el exterior.
Los viajeros tratan de agudizar el ingenio para que sus gastos tengan el menor costo impositivo posible. En los grupos que se habilitaron en las redes sociales, hay métodos de pago electrónico que son de uso masivo para los turistas, ya que facilita las transacciones, evita portar dinero en la calle y, además, pueden realizarse transferencias inmediatas en distintas monedas. Belo, es una aplicación usada por los turistas argentinos en Brasil. Con esa app se puede escanear el QR y pagar con el saldo que el portador de la billetera virtual tenga. La combinación se hace a través de PIX, un sistema de pago creado por el Banco Central de Brasil en el que los fondos se transfieren entre cuentas en unos segundos, en cualquier momento.
Asimismo, el anuncio de que, tras la eliminación del impuesto PAIS, bajará el valor del dólar turista, ha impulsado a que aquellos que tienen posibilidades de elegir las playas brasileñas esperan la señal para el abaratamiento fiscal. Aquel anuncio fue ratificado ayer por el presidente del Banco Central, Santiago Bausili. Al hablar en un encuentro organizado por la Bolsa de Comercio de Córdoba, Bausili también se refirió a la demanda de dólares para el turismo, ahora que vienen las vacaciones de verano.
Sobre la quita del gravamen en el tipo de cambio que se emplea para el turismo y el pago de servicios al exterior, el funcionario planteó que “el gasto de los argentinos en turismo en el exterior es una variable que el gobierno no controla”. “Lo que está en discusión acá es si el que no tiene dólares va a comprarle al Banco Central y va a consumir reservas netas o se las va a comprar al vecino y no afecta las reservas. Ese es el debate”, dijo.
Bausili precisó que la mitad de los dólares que se consumen en el exterior provienen de las reservas, mientras que la otra mitad se consiguen en el mercado financiero. También le restó importancia a la discusión acerca de que si hay atraso en el tipo de cambio y descartó una devaluación para acomodar ese valor.
“No creemos que el ajuste de las variables nominales sea la solución al debate sobre si Argentina está cara o barata. Argentina va a terminar estando cara o barata, en términos de si es una economía eficiente o no y su estructura impositiva es comparable con los países con los que nos comparamos”, fundamentó.
El escenario que viene
Los anuncios oficiales de reducción de la carga fiscal en las compras con tarjetas en el exterior apuntan hacia la clase media y se dan en un escenario en el que se combinan la baja significativa en el riesgo país, la estabilidad del dólar con tendencia a la baja, la suba de las acciones y la desaceleración inflacionaria, indica el economista Eduardo Robinson. Además, acota, hay altas probabilidades de un nuevo acuerdo con el FMI, a lo que se suma la reactivación del crédito para distintos segmentos y una tenue recuperación de la actividad económica.
El programa que aplica el presidente Javier Milei ha limitado la emisión de pesos y se mantuvo con equilibrio fiscal, como una de las principales anclas. Con estos factores, menos oferta de dinero y más demanda, con reactivación económica, la inflación debería tender a bajar más, puntualiza el consultor. Esta dinámica se hace virtuosa en la medida que se despeja el horizonte de disponibilidad de dólares para pagos el año próximo, por la baja del riesgo país que está promediando los 750 puntos básicos y por el probable acuerdo con el FMI, junto a un ingreso de dólares provenientes de exportaciones energéticas y agrícolas, subraya Robinson.
Bajo este panorama, el gobierno implementa una cuasi convertibilidad, sin tipo de cambio fijo y, por ahora con control de cambios (cepo) que se iría relajando en la medida que avance este proceso. “La brecha entre las cotizaciones del dólar oficial con los dólares alternativos MEP y Contado con Liqui e incluso con el blue, es insignificante. Muchos ahorristas en dólares continúan deshaciendo posiciones en divisas para pasarse a instrumentos en pesos y seguir con el llamado carry trade, es decir, buscar rendimientos en pesos, pero mirando el dólar de reojo”, señala a LA GACETA.
El programa económico empezó la metamorfosis hacia un esquema de convertibilidad. O lo que sería similar a una dolarización endógena, para utilizar términos del gobierno. Con lo cual, el principal desafío que tendrá el gobierno para los próximos años será mejorar la competitividad de la economía, disminuyendo el denominado costo argentino. Esto, según el economista, podrá lograrse si se avanza con el proceso de desregulación de la economía, revisar el sistema tributario nacional y el de las provincias que encarecen costos, introducir reformas estructurales, como el del sistema previsional, el mercado laboral y estimular la competencia en los distintos sectores. En pocas palabras, estimular la productividad de la economía.
“Si esto no se cumple o se hace muy gradualmente el riesgo es que termine en forma similar que aquelas experiencias de programas económicos que atrasan el tipo de cambio, como la propia convertibilidad jaqueada por el incremento del gasto público al igual que la experiencia de la llamada tablita cambiaria de José Alfredo Martínez de Hoz. Por ahora, el contexto ayuda”, advierte el consultor.
Las reservas: menos compras de divisas del Central
Con un dólar que continúa planchado, el Banco Central solo pudo comprar U$S 7 millones en el último día hábil de la semana. El oficial, a su vez, cotizó a $ 1.034,98 para la venta, mientras que el “blue” terminó en $ 1.130. La entidad monetaria cerró la semana con un acumulado de U$S 207 millones, la cifra más baja para un período similar desde la semana que finalizó el 18 de octubre. Para el mercado, esto abre un interrogante sobre si el proceso de acumulación de reservas ha encontrado su techo. Las reservas brutas aumentaron ayer U$S 28 millones y U$S 808 millones en la semana, para ubicarse en los U$S 30.873 millones.