Me pareció increíble, pero no extraño, ese grupo de seguidores fanáticos del Sr. Milei diciendo en un acto en Buenos Aires que ellos eran “el brazo armado de Milei”. El orador es un muchacho de clase alta media, como se ve en los diarios, llamado Daniel Parisini, que es identificado en las redes con el alias de “El Gordo Dan”. Nadie salió a reprochar estos actos barbáricos que recuerdan la época más oscura que sufrió el mundo hace 100 años, cuando un hombre con camisa parda gritaba a toda su voz que Alemania iba a ser el imperio más grande de la existencia. Por supuesto que estos muchachos no deben saber nada de lo que pasó en el mundo y sobre todo en nuestro país, que tanto ha sufrido hasta poder llegar a la democracia ininterrumpida luego de 40 años de golpes militares y terroristas que han dejado miles de muertos en nuestra Nación. Es preocupante la pasividad de la oposición y que se subestime a estos “seguidores” al grito de Dios, Patria y Familia. El Sr. Milei también atacó al ex presidente democrático Raúl Ricardo Alfonsín, llamándolo “golpista”, cuando él logró en 1985 el juicio a las juntas tras el “Nunca más”. Defiendo la democracia como la mejor forma de gobierno en el mundo y repudio totalmente los discursos de odio del Sr. Milei y de la Sra. Kirchner, que lo único que hicieron y hacen es dividir más a este país; y que sus militantes, tanto de La Cámpora como los Libertarios, respeten la Constitución argentina y dejen de dar “discursos retorcidos” a nuestra juventud.
Fernando E. Saade