Marcela Acuña quería llevarse todo desde Tucumán. Las dos coronas que expuso Lucrecia Manzur y una que estaba vacante. La primera boxeadora profesional de Argentina se fue sin nada, pero satisfecha y tranquila. “Aquí les dejo mi legado”, no dudó en asegurar tras perder por puntos en fallo unánime en el estadio del club Defensores de Villa Luján.
Tal como lo había prometido, Manzur se encontró arriba del ring con una mujer “a la que quieren echar”, como había dicho la formoseña, pero que no lo iba a permitir.
“Ya estoy pensando en boxeo para 2025”, afirmó sin haberse sacado el vendaje con el que combatió ante ciento de personas en “La Catedral del Boxeo Tucumano”. “Yo ya no peleo más para mí, ni para el jurado, ni para nadie, peleo para el público. Escuchaba a la gente que gritaba y vibraba; obviamente que sabía que era un aliento para Lucrecia, pero estábamos dando un buen espectáculo y eso es lo que vine a hacer”, agregó la ex campeona Mundial de la Women's International Boxing Association, en peso Supergallo y en Pluma, del Consejo Mundial de Boxeo.
Es difícil en el mundo encontrar una boxeadora profesional de tanta edad como “La Tigresa”. Las rivales que pueden asomarse llegan con una amplísima diferencia, como la de 23 años que tuvo ante Manzur, pero eso no amedrenta su espíritu en una presentación de ese calibre.
Manzur, de 25 años y Acuña, de 48, protagonizaron un duelo generacional. La ex campeona reconoció el desempeño de la tucumana y no dudó en su declaración apenas le dieron el micrófono y se dirigió a todo el estadio: "Aquí está mi legado", sentenció.
“Yo no voy a pasear a ningún lado. Siempre quiero ganar”, aseveró con firmeza. Profesional desde 1997, recién ahora el retiro puede considerarse una opción. “La palabra pasa por mi cabeza. Hice algunos intentos que no me han caído bien, pero no me siento todavía para retirarme. Tengo las valijas preparadas, pero todavía no me retiré. Siento que tengo alguito más”, dijo. ¿Ese “alguito más” tiene que ver con volver a conquistar un título Mundial? “Me gustaría retirarme así”, reconoció.
Si bien reputación y ranking le sobran para ser postulada como un estupendo prospecto de contrincante titular, la derrota que sufrió en Tucumán (la primera en las cinco ocasiones en que se presentó en la provincia) la aleja levemente de ese anhelo del retiro que considera perfecto si es en un combate por una corona. “Yo sé que le puedo dar un dolor de cabeza a cualquiera”, advirtió. La 11° derrota que tuvo en 66 combates profesionales que lleva no la aleja de sentir la confianza que le dan sus puños. “Puedo seguir sorprendiendo”, aseguró.
La reinvención de la “Tigresa” Acuña
Reconocida la sensación de que el retiro está cerca. ¿Qué será de la boxeadora después del deporte? Por la vida que la “Tigresa” lleva, el pronóstico es que no se aburrirá. Pensar en una post retiro frustrante como varios atletas sufren es difícil de imaginar porque Acuña tiene como actividad de cabecera al boxeo. Pero, además, hizo incursiones en la política y en realitys shows.
En el mundo del espectáculo participó en el programa “Bailando por un Sueño” y “Master Chef” ahí logró acercarse a un público más general y logró mantener su popularidad en un tiempo en el que se alejó del box. El rol en la política es quizás el que menos la favoreció. Pero ambas experiencias son consideradas enriquecedoras por ella: amplió el horizonte y las polémicas no restaron valor a sus logros deportivos, que la instalaron como una figura icónica del boxeo argentino.
Sin embargo, no van por esos lados el plan que tiene para seguir su vida fuera del cuadrilátero. “Lo mío pasará más que nada por la promoción o hacer notas. Yo apunto al periodismo. La semana que viene me recibo”, celebró la alumna que completó en tiempo y forma la carrera de Periodismo Deportivo en el ISPED de Caseros.
Esa faceta es la que se llevará la mayor atención, pero fiel a su modo de ser seguirá buscando el equilibrio que siempre supo encontrar. Ahí pondrá énfasis en dedicar más tiempo a su familia, de un modo diferente porque el clan siempre estuvo unido por los guantes. Eso también será desafiante ya que con Ramón Chaparro, su entrenador y marido, y Maximiliano y Josué, ambos boxeadores, el vínculo también necesitará ser reinventado.
A lo que sí le da un golpe de nocaut es a la faceta de entrenadora. No le gustaría ocupar el mismo lugar que tiene Omar Narváez, actual técnico de los seleccionados masculinos. “El Huracán”, campeón mundial con 28 defensas exitosas, aceptó el puesto en un momento delicado del boxeo nacional. En poco tiempo tenía la difícil misión de clasificar a algún boxeador a los Juegos Olímpicos, pero por primera vez desde 1980 Argentina no tuvo representación en la cita que se hizo en París.
El golpe fue duro porque el boxeo siempre aportó medallas olímpicas y a Acuña le dejó interrogantes sobre el futuro del boxeo amateur en el país. “Es un llamado de atención. Creo que deberían volver a los amateurs y no mezclar tanto con los profesionales. Recordemos que había nueve boxeadores y uno sólo era amateur”, remarcó, antes de darle un golpe al Comité Olímpico (COI). “Esa mezcla la hizo el COI que ahora quiere sacar el boxeo y, en realidad, fue el único que hizo todo este desmadre”.