Aunque el chocolate pueda ser considerado una golosina calórica lo cierto es que muchos expertos han destacado sus beneficios para la salud. Comer este postre con moderación puede no solo ser un placer delicioso, si no que también sumamente ventajoso para nuestro bienestar. Las investigaciones científicas han destacado cuáles son las formas de sacar provecho de sus propiedades y una de ellas es tener en cuenta en qué momentos del día lo consumimos.
Tomar en consideración los momentos del día más indicados para comer chocolate puede permitirnos sacar provecho de sus beneficios, ya que, según la ciencia, estos influyen en nuestro organismo. A la misma vez, si deseamos disfrutar de este postre se deben tener en cuenta otros factores como el tipo y la cantidad que nos servimos en cada porción.
Aunque podamos elegir comer chocolate cuando tengamos el antojo lo cierto es que, según los expertos existen momentos más convenientes. De acuerdo con las investigaciones, los dos mejores momentos para consumirlo son por la mañana, junto al desayuno, y por las noches, justo antes de irnos a dormir.
¿Cuáles son los mejores momentos del día para consumir chocolate?
Los motivos de etsas recomendaciones se deben a las conclusiones llevadas a cabo por la catedrática Marta Garaulet, de la Universidad de Murcia, y el doctor Frank A.J.L. Scheer, del Brigham and Women’s Hospital. Estos determinaron que comer chocolate por las mañanas puede ayudar a quemar grasa y reducir los índices de glucemia, especialmente en mujeres posmenopáusicas. También logra disminuir el hambre y el deseo por los dulces durante el resto del día.
Mientras que, según la Universidad de Edimburgo, tomar pequeñas cantidades de chocolate negro por las noches ayuda a dormir mejor gracias a que contiene magnesio, un nutriente fundamental para controlar funciones corporales como dormir, despertarse y regular la temperatura corporal. Además, comer chocolate por la noche protege el corazón y el cerebro.
Una de las claves a la hora de consumir chocolate es tener en cuenta el tipo que comemos y la cantidad del mismo. Elegir un postre con un porcentaje alto en cacao y bajo en azúcares es lo más recomendado, mientras que las porciones no deberían superar los 30 gramos diarios.