El final de la temporada está a la vuelta de la esquina en el fútbol argentino y los clubes ya empiezan a mirar de reojo el nuevo año. En ese sentido (aunque todavía queden cuatro partidos en la Liga Profesional) los directivos y los hinchas de Atlético Tucumán empezaron a revisar quienes son los futbolistas que deben regresar a la institución.
Nicolás Laméndola es uno de los que en enero debería volver a 25 de Mayo y Chile. Justamente, él fue una de las grandes figuras en la final de la Primera Nacional, que quedó en manos de Aldosivi que se impuso 2-0 a San Martín en Rosario. “Quiero seguir disfrutando esto. El proceso fue muy largo, fue un año complicado. Nos costó mucho llegar al final de la competencia, por eso quiero seguir celebrando”, expresó Laméndola, en diálogo con LA GACETA aún con la euforia del logro, pese a que ya pasaron más de dos semanas.
Con la tranquilidad del deber cumplido, el extremo todavía recuerda la decisión que lo llevó a estar lejos de Tucumán en 2024. “Sentía que había hecho un buen torneo en Atlético de Rafaela (en 2023). Los números me avalaban, y por eso quería jugar. Empecé a escuchar ofertas y cuando hablé con el entrenador de Aldosivi, me dijo que el objetivo era ascender y que me necesitaba. Fue una decisión tomada con conciencia; y hoy estoy feliz por eso”, respondió desde Mar del Plata.
El camino del “Tiburón” al ascenso no fue nada fácil. Ingresó a la final en la última jugada del campeonato, una circunstancia que para Laméndola fue clave: “San Martín era el favorito. Todos decían que estaba prácticamente ascendido. Pero nosotros jugamos como se juegan las finales. Convertimos primero y empezamos a inclinar la balanza. Estos son partidos raros, con nervios, con ansiedad. Creo que la confianza fue determinante”, esgrimió.
Sobre su gol en el amanecer del duelo, que desmoronó los planes del rival, Laméndola fue claro: “Cambió la ecuación. Si no lo hacía, el partido iba a ser cerrado, sin demasiadas situaciones. Fue un golpe anímico para ellos, y para nosotros, la confirmación de que podíamos lograrlo”, aseguró.
La presencia de su familia en el estadio fue uno de los momentos más emotivos para él. “Cuando salimos a calentar los vi llorando de la emoción. Mi familia es muy futbolera y había sufrido mucho los días previos; se habían dicho muchas cosas que no eran ciertas. Para ellos fue especial porque mis hermanos también jugaron a la pelota, pero me tocó a mí estar en ese momento. Ellos saben todo lo que trabajé para llegar hasta acá”, dijo.
En los días previos a la final, Laméndola enfrentó una serie de comentarios, según él malintencionados, en redes sociales que pusieron en duda su profesionalismo por su supuesta afinidad con San Martín. “Decían que iba a jugar para atrás o que ni siquiera iba a jugar. Todo eso era mentira, y creo que lo demostré en la cancha. Guardé algunas capturas para responderle a varios, pero al final decidí hacerlo con fútbol. Fue mejor dejarlos en el molde. Afecta leer esas cosas, sobre todo porque también golpea a la familia. El error fue mío por leerlas, pero al mismo tiempo me motivaron”, reflexionó el jugador de 25 años que jugó 32 partidos en el torneo y anotó cuatro goles.
Los pilares de Laméndola para conseguir el ascenso
Confianza y determinación fueron las claves para Laméndola, quien incluso compartió una anécdota con el presidente de Aldosivi (José Moscuzza) antes de la final. “Me dijo que sufría mucho estos partidos, y yo le respondí que se quedara tranquilo, que a esta final la ganaba yo. Me tenía mucha confianza, sabía que las cosas iban a salir”, afirmó.
El festejo de Laméndola, sin embargo, no estuvo completo hasta que pudo abrazar a su familia: “Pasé las barreras y les di un abrazo. Todos lloramos y los hinchas también se acercaron para decirnos cosas lindas. Fue un momento hermoso, aunque no haya fotos que lo registren. Me hubiese encantado que eso quedara retratado”, dijo.
A pesar de los logros, el mediocampista no olvida sus orígenes y su vínculo con el “Decano”. “Me queda una cuenta pendiente con Atlético. Sé que ese momento llegará tarde o temprano. Mi carrera empezó tarde; debuté a los 21 y al principio tuve pocos minutos. Por eso me fui a Rafaela, en donde recién me sentí futbolista profesional. Cuando volví a Atlético tomé la difícil decisión de irme otra vez, pero no me arrepiento. Gracias a eso estoy donde estoy ahora. Atlético me dio la posibilidad de jugar al fútbol y de debutar en Primera; todo lo que vivo es gracias a ese club y quiero devolverles esa confianza y esa alegría”, expresó el jugador que tiene contrato Aldosivi hasta el 31 de diciembre.
Ahora, con el ascenso en el bolsillo, se permite un descanso. “Fue un año muy largo y muy duro. Necesito descansar un poco la cabeza. En Mar del Plata recibí mucho cariño, como en Rafaela. Eso me hace sentir que estoy en el camino correcto”, dice y advierte que aún no tiene tomada la decisión de cara a 2025. “Analizaremos lo mejor, no te voy a negar que quiero devolverle algo a Atlético, pero por ahora quiero seguir disfrutando y festejando un poco más. Nos costó tanto que no quiero que pase rápido o desapercibido”, finalizó.