En un mundo dominado por muñecos de producción masiva y entretenimiento digital, los juguetes artesanales persisten y resisten como un puente que une lo cultural, lo emocional y lo educativo. Así lo cuentan seis jugueteros tucumanos que detallan cómo mantienen vigente su oficio y cuál es su mejor distintivo ante las nuevas tecnologías.
“Cada juguete artesanal es único, aun cuando el artesano haya elaborado algunos que se parecen entre sí. Ese es el valor diferenciador de los productos hechos a mano. Los hacemos pensando en la personita que lo va a recibir, en el uso que le dará y, lo que es más importante, qué aportará a la vida de ese niño o niña”, remarca Josefina Calvo quien está detrás de “Tejiditos Bebé”.
“En un mercado saturado de juguetes hechos en serie y con un proceso mecanizado, los que son artesanales aportan la impronta de lo que es único porque sus creadores ponen todo de sí para que sea especial: sus afectos, sentimientos, expectativas, sueños, creatividad e ingenio”, añade.
“Aunque lo que es tecnológico está en auge considero que nunca va a dejar de ser necesario el contacto con el mundo real, los abrazos a los que invitan los juegos con padres o entre niños y eso es lo que ofrecen nuestras creaciones”, aporta al respecto Ale Maggi, dueña de “Tormenta Toys y Deco”.
Mientras que Julia Gutiérrez, creadora de las muñecas textiles “Tesorito con Amor”, resalta que el juguete artesanal tiene otra ventaja y es que puede ser redefinido: “Se lo transforma en lo que queramos con la imaginación”.
El poder de adaptarse
“En un presente donde la tecnología se introduce en la vida de nuestros hijos todo el tiempo, nosotros tratamos de volver al juego tradicional para que a través de él puedan desarrollar su imaginación y su creatividad”, comenta María de los Ángeles Anastasio, de “Grafemas Educativos” sobre el espíritu de cada emprendimiento.
No obstante y aunque la adaptación es otra de las claves para no perder la vigencia, los jugueteros consultados observan que la variedad de opciones también enriquece a los más chicos, por lo que pueden convivir en perfecta armonía lo analógico y lo digital.
“El juguete, ya sea industrial o artesanal, es inseparable de la cotidianidad humana. Por eso, mientras haya diversidad cada uno tendrá quien lo prefiera”, dijo Marcelo Medina, de “Laberinto Pekes”, y Florencia Vaca, de “Las hermanas Vaca”, afirma: “como el mercado se ha vuelto tan grande, muchos niños optan por ambas opciones”.
Así, es tal la multiplicidad de alternativas que hay en la actualidad como la inspiración que cada uno usa para hacer crecer sus negocios. Hoy hay figuras de acción o heroínas de películas fabricadas en masa pero estos artesanos usaron otras experiencias en su arte. Por ejemplo: la naturaleza en el caso de Maggi; el amor y la ternura que le inspiran sus nietos, en el de Gutiérrez; sus recuerdos de la infancia y su formación como maestra jardinera fue clave para Anastasio; la nostalgia por íconos culturales y personajes que marcaron a generaciones inspiró a Vaca; la calidez y seguridad para sus hijos en Calvo y la búsqueda de trascendencia para sus fotografías junto a la conexión con los más pequeños marcó a Medina.
Preservación cultural
“El rol de los juguetes artesanales en la transmisión de culturas y tradiciones es un vehículo excelente que ayuda a transmitir la regionalidad”, considera Maggi sobre otro factor en la resistencia del juguetero artesanal. Ella que se inspira en la fauna local para crear sus muñecos, cuenta que se pueden narrar historias que hace sentir más conectado a sus raíces a los más pequeños.
“Creo que es un gran adicional que a través del juguete se enseñe a los más pequeños quienes fueron, por ejemplo, Juana Azurduy, Remedios del Valle, San Martín u otros personajes de nuestra historia”, sigue Vaca, que tiene entre sus muñecos a algunos de ellos.
“Una infancia que juega y puede proyectar identidad a través de sus muñecos ya es una ganancia”, piensa Gutiérrez.
Esto es algo que también se conecta a los materiales que se usan para su fabricación, según expresan los artesanos, porque además de ser productos locales también suelen ser sostenibles.
En el caso de “Cristina Creaciones”, la mujer elige telas de algodón que muchas veces son reutilizadas de prendas olvidadas en algún cajón pero que se mantienen en buen estado. Medina hace sus rompecabezas con cartón. Calvo produce en base a hilo de algodón, que es una fibra natural, hipoalergénica, suave al tacto e ideal para los pequeños, y Anastasio con madera.
Dónde encontrarlos
Una muestra más de cómo resiste el juguete artesanal en Tucumán los embistes tecnológicos, es que todos los años hay ferias que reúnen a sus exponentes del NOA con sedes en nuestra provincia. Cerca de Navidad esos eventos se multiplican y este año ya hubo uno en el Centro Cultural Virla y habrá otra exposición en diciembre.
“El proyecto fue una idea que se empezó a hacer realidad de a poco con la aparición de algunos jugueteros ‘escondidos’”, rememora Maggi, una de las principales impulsoras de estos eventos.
“Recuerdo que cuando planteé la idea hubo mucha gente que tuvo dudas, pero la exhibición del mes que viene demostrará que somos muchos. Además, se podrá observar todo el proceso del armado de nuestros productos. Será como entrar a nuestra cabeza y a nuestro mundo”, adelanta la artesana.
Conexión y clientes
Como no existe una lucha contra los avances digitales, los jugueteros también usan algunas de estas herramientas innovadoras para la fabricación de sus productos y la difusión de su trabajo a través de las redes sociales, donde cada uno de ellos exhibe sus creaciones.
“El juguete artesanal no desaparecerá, porque siempre existirán los vínculos entre personas. Ellos son el puente con lo real y con todo lo que habita en este mundo”, manifiesta Maggi y advierte: “Sí considero que como productores jugueteros debemos adaptar características actuales para atraer y poder concretar la compra de nuestros productos”.
Para este fin, la mujer reconoce que es fundamental la conexión con el cliente y esta es una ventaja que ellos tienen, ya que la venta suele ser cara a cara.
“El vínculo es distinto porque la atención es personalizada y se puede explicar todo el proceso que implica la realización de nuestros materiales y fundamentar su uso”, detalla Anastasio.
“Con ellos comparto mucho más que una transacción. En particular, el que se acerca atraído por un rompecabezas ya forma parte de un universo algo reducido de compradores. Entonces la transacción suele ser sólo un paso dentro de una charla que puede discurrir hacia cualquier parte”, ejemplifica Medina.
Gutiérrez habla de otro vínculo igual de importante: la conexión que hace el usuario con el juguete artesanal. “Desde mi mirada creo que es posible identificarse con ellos, descubrir ternura, tener ganas de abrazarlos porque es lo que veo cuando alguien se acerca a mi stand de feria, sonríe largamente y pide levantar una muñeca para luego llevarla a jugar”.
Para grandes y chicos: imágenes para armar que se piensan para niños y se hacen con profesionalismo
Marcelo Medina hace rompecabezas para niños que también pueden disfrutar los adultos. “Laberinto Pekes surgió como una respuesta a lo que me pedían para los más chiquitos. Sin embargo siempre apunté a a un objeto de calidad, atractivo y original”.
En su opinión, la clave es “pensar como si fuera un pequeño, sin dejar de hacer las cosas lo más profesionalmente posible”.
Por el momento, en sus creaciones el cartón es el soporte tradicional para los rompecabezas, aunque no cierra sus horizontes allí: “seguramente habrá pruebas con otros materiales próximamente”.
Detalles bien pensados: un muñeco que refleje ternura y que también cuide a los pequeños
Animalitos, personajes históricos o de cuentos, son tejidos en algunos de los emprendimientos de los jugueteros tucumanos, quienes realizan sus técnicas con hilos cuidadosamente seleccionados.
En su mayoría ellos usan hilo de algodón por tener cualidades apropiadas para el uso de cualquier niño.
Este material es un producto natural. Es decir, en su forma pura no se mezcla con hilos sintéticos, sino que consta de 100% algodón. Además de ser muy duradero y suave, también es fácil de trabajar con él y moldearlo a la necesidad de cada artista.
Jugar y aprender: juguetes que sirven para divertirse y para incorporar conocimientos
En Grafemas Educativos la consigna principal es aprender sin dejar de jugar y eso se refleja en sus diseños. “Trato de usar materiales que sean coloridos, con imágenes nítidas para que los niños puedan manipularlos y les llame la atención”, manifestó María de los Ángeles.
“La idea de mis trabajos es volver un poco a la niñez de años atrás. Por ejemplo, nosotros en la escuela usábamos un material que se llama geoplano y lo hacíamos con objetos reciclados que servían luego para aprender las figuras geométricas. Hoy pude incorporarlo realizándolo en madera”, contó.