“Un crucero es como un hotel flotante. Representa todas las vacaciones: el lugar en el que dormís, comés y te divertís. Además, podés conocer varios destinos”, resume Sergio Jiménez, licenciado en Turismo y experto en viajes en crucero. Pero aunque parezca simple, hay una gran variedad de opciones para distintos gustos y presupuestos. Por eso, uno de los principales consejos es planear bien esta aventura y asesorarse antes de subir al barco.
Veamos algunas de las cuestiones importantes:
1- El tamaño. Hay barcos gigantes de miles de pasajeros o buques más pequeños para unos cientos. Los cruceros más chicos son más exclusivos, más tranquilos, tienen un servicio mucho más personalizado y casi todas las cabinas tienen balcón con vista al exterior. Pero también son los más costosos, aclara Jiménez. Actualmente hay cruceros que tienen entre 14 y 20 piso de alto. En extensión, pueden llegar a tener hasta más de dos cuadras de largo.
2- El itinerario. Los destinos que uno desea visitar también son determinantes. Algunos barcos van por las playas de Brasil, otros por las costas de la Patagonia argentina. También hay opciones por los fiordos chilenos, por las islas del Caribe, por EEUU, por la Antártida, por el Mediterráneo, por los mares de Dubái o de Qatar. La opción más elegida por los tucumanos suele ser el crucero que sale desde Buenos Aires, pasa por Montevideo y va hasta Río de Janeiro, pasando por varias playas de Brasil. También la opción que va a la Antártida es muy demandada. Otra alternativa es hacer un viaje hasta el Caribe, alojarse en un hotel siete noches y contratar un crucero para hacer desde ahí. Es lo que muchas parejas hacen en su luna de miel.
3- Las paradas. Hay viajes de tres o cuatro noches, de una semana o más de 20 días. Hay itinerarios circulares, que salen y regresan al mismo puerto, o travesías que parten de una ciudad y te dejan en otra. Antes de embarcar en el crucero, es importante investigar sobre las paradas en tierra que hará. Hay aventuras en barco que tienen muchas paradas y que permiten conocer distintos puntos de interés y hacer excursiones o actividades por cuenta propia. “Para mí cuantas más paradas haga en distintos puntos, mejor. En general, el barco llega al puerto y uno puede ir pasear desde las ocho de la mañana hasta las ocho de la noche, por ejemplo. Volvés al barco a dormir”, destacó. “Lo más lindo es despertarse cada día en un lugar distinto. Si hacés un crucero sin bajar, llega un momento que te aburrís”, recalca Jiménez, quien trabajó varios años en cruceros y ahora es propietario de una agencia de viajes.
4- Agendas de entretenimiento. Según Jiménez, elegir un tipo de crucero es como elegir un destino. Hay barcos temáticos como los de Disney, por ejemplo. En todo caso, es bueno revisar la agenda de actividades, que incluye fiestas en la cubierta, diversión para los chicos, piletas, toboganes de agua, restaurantes, tindas, teatro y shows nocturnos. “En general, en muchos cruceros tenés de todo, desde peluquería y discos, canchas de fútbol hasta pista de karting”, explicó.
5- Con o sin balcón. Las cabinas (camarotes) pueden ser dobles, con camas separadas o matrimonial, triples y cuádruples que cuentan con camas cucheta que se pliegan hacia la pared. A la hora de contratar un viaje en barco, seguramente tendremos que definir si es en cabina con o sin balcón. Las que tienen balcón suelen salir un poco más caras. “Pero valen la pena porque uno no está encerrado y puede disfrutar del viaje de otra manera”, sostuvo Jiménez. Pero si uno considera que la diversión está puertas para afuera y la cabina será sólo el lugar para dormir, la gran ventaja del camarote interno es el precio.
6- Predisposición. Cuando uno se sube a un crucero tiene que estar consciente de que va a compartir un espacio con miles de personas (desde 2.000 a 4.000 aproximadamente). Entonces, tiene que adaptarse a esa situación y a cumplir con muchas normas que son muy estrictas; por ejemplo, los horarios de la cena, los horarios en los que zarpa el barco, a qué hora empieza el show, a qué hora empieza la fiesta, etcétera. A veces hay que ser tolerante con las esperas para poder comer o disfrutar de un espectáculo.
7- Las bebidas. En términos generales, con la compra de un crucero se incluyen todas las comidas. Y si hay algo que caracteriza a los cruceros es la buena gastronomía. Las bebidas suelen pagarse aparte. Hay que estar atentos a las promociones: algunas incluyen planes sin pago extra y es lo más conveniente porque el gasto suele ser muy importante si uno las tiene que abonar día a día por aparte.
8- Los precios. Son muy variados y siempre están en dólares. Todo depende del crucero, la cantidad de días, si es cabina con balcón o no, si incluye las bebidas, si se pide o no estar en un área exclusiva (que es la proa), si es una suite de lujo, etcétera. También depende de los servicios del barco. Se pueden conseguir paquetes desde U$S 1.200 o U$S 1.500 hasta U$S 2.500. En áreas exclusivas cuesta desde U$S 3000. Hay navieras que ya hace unos años comenzaron a incorporar espacios accesibles para quienes deseen abonar un extra por el ingreso a este lugar de lujo, que incluso tiene hasta mayordomo.
9- Con anticipación. Si se contrata con varios meses antes, un viaje en crucero puede ser mucho más económico, ya que hay promociones con hasta un 25% de descuento o los famosos 2x1. “El crucero antes era un viaje de lujo, pero desde hace unas dos décadas se convirtió en una opción más común y accesible”, sostuvo Jaime Collado, propietario de una agencia de viajes. Según el especialista, cuando una familia pone todo en la balanza hasta pueden terminar siendo las vacaciones más convenientes, ya que el barco tiene todo incluido abordo y te permite ir conociendo distintos lugares. Además, comúnmente los cruceros tienen entretenimientos específicos para chicos y adolescentes, lo cual permite a los padres relajarse durante el paseo.
10. El equipaje. Después de despachar su valija en la terminal portuaria, pueden pasar varias horas hasta que se la entreguen en el camarote. Por eso siempre es bueno llevar un bolsito a mano con algunas cosas esenciales. Es importante tratar de no excederse con el equipaje. Las cabinas suelen ser compactas, por lo que llevar poca vestimenta hará que la estancia sea más cómoda. Es bueno identificar bien la maleta y no llevar artefactos como la planchita. La vestimenta que se usa es informal, pero hay que llevar una muda especial para la noche de gala.
Opciones: una industria que no para de crecer
La industria de los cruceros no para de crecer y de superarse. Cada año se incrementa la cantidad de viajeros que eligen las embarcaciones y las compañías siguen invirtiendo en nuevos barcos con tecnología de vanguardia.
Las estadísticas de la Asociación Internacional de Cruceros (CLIA) dan cuenta de este fenómeno: en 2019, hubo 29.7 millones de cruceristas en todo el mundo. En 2023, esa cifra llegó a 31.7 millones.
Sudamérica
Los cruceros generalmente se mueven por temporadas. Sudamérica comenzó su temporada fuerte, que va desde noviembre hasta marzo-abril. Grandes navieras traen sus barcos y arrancan los recorridos por las costas de Argentina, Uruguay, playas de Brasil y sur de Chile. También el verano es el momento de los viajes a la Patagonia argentina y chilena -varios salen desde Buenos Aires-, y la Antártida.
El Caribe
El Caribe es otro de los destinos más solicitados. Esta región tiene recorridos todo el año. Pero cabe destacar que en nuestros meses de verano, la ventaja es que las temperaturas son menos agobiantes y allá están afuera de la temporada de huracanes.
La compañía con fuerte presencia en la zona es Royal Caribbean, con impresionantes barcos para 6.000 huéspedes, con piscinas y circuitos de aventura increíbles. Tiene diversos itinerarios, por ejemplo, uno que sale desde Miami y con escalas en Roatán (Honduras), Puerto Costa Maya y Cozumel (México) y Coco Cay (isla privada en Bahamas).
Gran parte de los cruceros por el Caribe salen de puertos estadounidenses. Sergio Jiménez recomienda una aventura que sale desde Miami y va hasta Los Ángeles, pasando por el canal de Panamá.
Los itinerarios de los cruceros suelen dividirse en rutas por el Caribe oriental, occidental y meridional. Los viajes suelen incluir escalas en las Bahamas, Santo Tomás y San Martín, donde los pasajeros pueden disfrutar de compras libres de impuestos, bucear sobre arrecifes de coral y explorar lugares históricos.
Al Mediterráneo
También desde Sudamérica está la opción de ir hasta el Mediterráneo, aunque es un viaje que comúnmente se hace a partir de marzo. Salen de Buenos Aires y luego de unos 20 días de navegación con escalas, llegan a puertos como Barcelona o Marsella, por ejemplo. Los cruceros por el Mediterráneo brindan a los pasajeros la oportunidad de conocer varias culturas, cocinas y paisajes en un solo viaje, lo que explica en gran parte su creciente popularidad.
Temporada de cruceros: barcos grandes y lujosos para huéspedes argentinos
Grandes y lujosos cruceros están arribando por primera vez a Buenos Aires. Uno de ellos es MSC Splendida, que estará disponible durante la temporada 2024-2025, junto al MSC Poesia y el MSC Armonia para los huéspedes argentinos. Tendrá 14 salidas, los lunes desde el 16 de diciembre al 17 de marzo de 2025. Ofrecerá itinerarios de siete noches con destino al Sur de Brasil. El barco cuenta con un teatro estilo Broadway, discoteca, cine 4D, simulador de Fórmula 1, bowling, casino, galería de arte, un pabellón deportivo y un espacio exclusivo con mayordomo. Otro lujoso e imponente crucero que estará disponible esta temporada es Aidasol. El barco tiene 253 metros de eslora y 32 metros de manga. Pueden subir 2.174 pasajeros y está atendido por 620 tripulantes.