El crimen de Valeria Acevedo genera un clima de alta tensión

El crimen de Valeria Acevedo genera un clima de alta tensión

Los vecinos tienen temor a nuevas represalias. Otro golpe en un momento complicado.

PROBLEMA EN PUERTA. Los vecinos aseguran que el enfrentamiento fue generado por las tierras usurpadas en el norte de la capital tucumana. PROBLEMA EN PUERTA. Los vecinos aseguran que el enfrentamiento fue generado por las tierras usurpadas en el norte de la capital tucumana.

En un clima de máxima tensión, los restos de Valeria Acevedo fueron inhumados ayer en un cementerio de la capital. Decenas de personas la despidieron por última vez en el velorio que se realizó en el barrio El Sifón. Mientras tanto, la Policía y el fiscal Carlos Sale se esforzaban para dar con los dos sospechosos del caso para tratar de poner paños fríos a una posible escalada de violencia que ya tuvo sus primeros indicios en las últimas horas.

El sábado 27 de octubre, la conocida como “La Gorda Valeria” fue alertada que un grupo de personas estaba apropiándose de unos terrenos ubicados en avenida Francisco de Aguirre y Suipacha que supuestamente eran suyos. Hubo una discusión y después se escucharon dos disparos que hirieron gravemente a la mujer. Los autores serían dos hermanos conocidos como “Catriel” y “El Zorro” que por el momento siguen prófugos, a pesar de que la justicia ordenó su detención hace más de 10 días.

“Los changos esos sabían con quién estaban metiéndose. Ellos esperaban que vengan los Acevedo, no Valeria. Al verla, sin decir nada comenzaron a disparar. Pensaron que los otros estaban por detrás”, explicó Luciana Ramírez. “Esto va a terminar mal. Anoche hubo corridas y hasta prendieron fuego las casas de las familias de los acusados que desaparecieron. No fueron ellos, sino gente de la hinchada de Atlético”, añadió.

“Tenemos mucho miedo de lo que pueda pasar de aquí en adelante. Este era un barrio tranquilo y ahora con una muerte, todos nos mirarán con mala cara. Todo por culpa de unos cuantos que se hacen los malitos”, indicó Justo Mamaní, uno de los habitantes de ese barrio. “Tienen miedo porque son usurpadores. Vinieron un día y comenzaron a ocupar los espacios verdes que pertenecen a la Dirección Nacional de Vialidad. Nada y nadie los detiene. Por eso no sorprende que se maten por un lote”, indicó Marcelo Jiménez.

“Es imposible que algún miembro de la familia Acevedo haya tenido que ver con ese incidente”, se apuró en aclarar el querellante Javier Lobo Aragón (h). “Estaban haciendo los trámites correspondientes por la muerte de su hermano. Manejamos la versión de que el ataque fue perpetrado por los mismos habitantes de la zona, puesto que no quieren que los autores pisen ese lugar. Estamos hablando de dos jóvenes peligroso”, añadió el profesional.

Despedida y algo más

Acevedo fue internada en el Centro de Salud en grave estado. Fue intervenida quirúrgicamente en varias oportunidades, pero su corazón dejó de latir el jueves pasado el mediodía. “La Inimitable”, la barra brava de Atlético se despidió de ella en su página oficial de Facebook: “Esta pérdida lamentable para nosotros como familia. Jamás te olvidaremos y desde arriba vas a alentar como siempre. Te vamos amar y extrañar toda la vida. No es un adiós, si no un hasta pronto”, publicaron.

LA VÍCTIMA. Valeria Acevedo fue despedida por “La Inimitable”. LA VÍCTIMA. Valeria Acevedo fue despedida por “La Inimitable”.

Si bien es cierto que no era una líder, Valeria tenía una activa participación en “La Inimitable”. Muchos la recordarán como una de las responsables de la venta de las entradas que recibía el grupo o coordinadora de los diferentes puestos de venta de bebidas en el interior del estadio. Su nombre apareció en un expediente en el que se investigó una violenta agresión que sufrieron los hinchas de la calle Laprida durante un partido en 2011. Algunos señalan que por el poder que tenía en el Monumental, habría sido la única barra brava de la provincia.

Su muerte llegó en un momento complicado en el clan Acevedo porque los hermanos estarían enfrentados por el dominio de la barrabrava. Sin embargo, dejaron de lado las diferencias para despedirla. Hasta Javier “Jazo” Acevedo, el único de los referentes que se encuentra privado de su libertad, consiguió un permiso especial para concurrir al velorio y al sepelio. “No fue un trámite sencillo. Hablamos con las autoridades para que reciba atención psicológica porque la noticia lo afectó muchísimo. Lo dieron cuando los consultorios externos estaban cerrados”, aseguró su defensor Marcelo Cosiansi.

LA GACETA pudo establecer que los hermanos Gustavo “El Gordo” González, Sergio “Chupete” (que asumió como querellante en la causa), Julio y Walter “Chichilo” Acevedo estuvieron juntos.

En ningún momento se habló de llevar adelante un plan de venganza, pero sí hubo cuestionamientos en contra de la Policía y de la Justicia. “Ellos dicen que si un miembro del clan Acevedo cometía un crimen, hubieran llamado hasta a la DEA para que lo detuvieran. Pero como la víctima es Acevedo, nadie hace nada por encontrar a los asesinos”, explicó Hugo Herrera, vecino de El Sifón que estuvo en la despidada de “La Gorda Valeria”.

El crimen de “La Gorda Valeria” es el cuarto golpe que recibe el clan Acevedo en los últimos siete años. Otros tres integrantes encontraron la muerte de manera violenta o trágica. La lista se abrió con el homicidio de Guillermo “Kim Acevedo” Ramos (hijo de “Chichilo”) registrado en agosto de 2017 en Termas de Río Hondo.

Tres meses después, Sebastián “Pelao” Acevedo fue (hermano de los líderes) fue encontrado sin vida en el interior de la celda. Según el informe oficial, se ahorcó con un cinto, elemento que estaba prohibido tener en la ex unidad de máxima seguridad.

La trágica lista se cierra Walter Oscar Acevedo (hijo de “Chichilo”) asesinado en “El Sifón” en febrero de 2018 en medio de un conflicto vecinal.

En Villa Vaca: tres heridos en un violento enfrentamiento por la división de un terreno

Tres hombres resultaron heridos en un confuso episodio registrado en el sur de la ciudad que se habría originado por una disputa vecinal. “Empezaron a discutir y de pronto se escucharon disparos. Salimos corriendo para todos lados porque era muy peligroso”, relató Juan Carlos García, uno de los testigos del violento episodio.

El jueves, pasadas las 22, el ex boxeador Manuel Puchetta y su hermano Luis ingresaron al hospital Padilla con sendas heridas de bala. Los familiares señalaron que el autor había sido un tal “Loco Lillo”. El señalado, según consta en el informe policial, ingresó minutos después con una herida de arma de fuego en el pecho.

La Policía estableció que el hecho se registró en el barrio Villa Vaca cuando las dos partes comenzaron a discutir por la división de un terreno. “No sé qué habrá pasado antes, pero comenzaron a dispararse entre ellos. Al que le dicen ‘El Loco’ llegó en una moto y comenzó a dispararles a los otros, que respondieron el ataque a balazos limpios. No les importó nada, ni siquiera a esa hora había bastante gente en la zona”, comentó Jonas Heredia.

Después de haber sido atendido de las heridas, los Pucheta fueron trasladados hasta la seccional 13° para que contaran la versión de los hechos. Por su estado de salud, el tercer participante en el hecho no dio a conocer su testimonio sobre lo ocurrido. Por el momento, la Justicia decidió no aprehender a ninguno de los tres.

“Entendemos que pueden estar muy mal por la situación de un terreno, pero otra cosa es poner en riesgo a todo el vecindario. La gente está cada vez más loca”, finalizó Eugenia de Salazar.

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