15 Noviembre 2024
ARCHIVO LA GACETA / FOTO DE DIEGO ARÁOZ
Uno de los problemas de Atlético Tucumán a lo largo de 2024 ha sido la falta de efectividad. Durante la Copa de la Liga, disputada en la primera parte del año, el “Decano” marcó apenas ocho goles en 14 partidos, lo que solo le permitió ganar un encuentro. Estas estadísticas condicionaron su temporada.
Aunque la capacidad goleadora mejoró considerablemente en la Liga Profesional (lleva 21 tantos en 22 partidos), esa cifra no refleja todo lo que genera el equipo dirigido por Facundo Sava. De hecho, Atlético logró mantenerse entre los primeros puestos del torneo hasta hace algunos partidos, pero con un porcentaje de aciertos más bajo que el de sus competidores.
Atlético ha realizado 91 remates al arco, con una efectividad del 9,4%. En comparación, Vélez sumó 95 tiros y alcanzó un 17,1% de aciertos (35 goles). Esta diferencia se traduce en puntos y posiciones en la tabla: mientras el “Fortín” lidera con 43 puntos, Atlético se encuentra séptimo con 33.
En una época en la que es posible analizar estadísticamente casi todo lo que ocurre dentro del campo de juego, resulta habitual que los cuerpos técnicos estudien cada detalle. En ese contexto, en el “Decano” lamentan las oportunidades perdidas que podrían haberles asegurado una mejor posición en la tabla.
De hecho, en la tabla basada en los “goles esperados” (un coeficiente que indica cuántos goles debería haber anotado un equipo según las situaciones generadas), el puntero sería River, con 37 puntos. El “Decano” ocuparía el segundo lugar con 36, y Vélez sería tercero con 35.
Aunque en la tabla real la cantidad de puntos de Atlético no variaría demasiado, su ubicación sería diferente. Esto se debe a que la efectividad de Vélez supera ampliamente la media. Según las estadísticas, debería haber convertido menos goles. Con casi un 20% de efectividad, Vélez está muy por encima del promedio. Por ejemplo, el “Millonario” creó 121 situaciones con un 11% de efectividad, mientras que Huracán alcanzó un 13,4% con 76 remates, cifras más cercanas a las del “Decano” que a las del equipo de Gustavo Quinteros.
En esa capacidad ofensiva, los delanteros del “Decano” no pudieron capitalizar las situaciones generadas de igual maneras que delanteros de equipos rivales.
De los 21 goles a favor de Atlético, 13 fueron anotados por los delanteros: Estigarribia (5), Coronel (4), Bajamich (2), Nicola (1) y Rodríguez (1). En cambio, en Vélez, solamente Brian Romero marcó 12 goles, lo que lo convierte en el goleador de la Liga Profesional. Romero necesita, en promedio, 151 minutos para anotar un gol, mientras que los delanteros más efectivos de Atlético tienen promedios superiores: Coronel, 273 minutos, y Estigarribia, 245 minutos.
En cuanto a las estadísticas individuales entre Mateo Coronel y Marcelo Estigarribia, ambos presentan parámetros muy similares, aunque “Chelo” tiene una pequeña ventaja.
El ex Patronato tiene un gol más que Coronel (5-4). Necesita menos minutos para convertir, como se demostró anteriormente. Remató 15 veces al arco (Coronel 18), con una precisión de 64,3 % al acertar al objetivo, en contraste con el 48,4 % del nacido en Ramallo. Además, brindó dos asistencias (Coronel ninguna) y tuvo cinco offsides, frente a 23 de Coronel. Donde saca cierta ventaja el ex Argentinos es en la creación de juego: el de Ramallo generó 24 situaciones peligrosas, contra 11 del “Chelo”.
La dupla Coronel-Estigarribia es el arma predilecta de los técnicos para el ataque del “Decano”. Como sucede cada vez que se acerca el mercado de pases, los sondeos por estos futbolistas son frecuentes. En este caso, surgió un rumor que vinculaba a Coronel con Colo Colo. Sin embargo, los representantes del jugador aseguraron que no hubo ningún acercamiento.
“En esta ocasión solo recibimos sondeos de clubes de México y Brasil; desde Chile, nadie preguntó por Mateo”, dijo su representante a LA GACETA.
Por el delantero Atlético desembolsó 1.8 millones de dólares a comienzo de año y es una de las grandes apuestas del club -de hecho fue la compra más cara de la historia- por lo que sostienen que no está a la venta.
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