Saavedra, un apellido que tiene pasado y presente en Atlético Tucumán

Saavedra, un apellido que tiene pasado y presente en Atlético Tucumán

Benjamín, hijo del recordado Raúl Saavedra, debutó en Reserva pero sueña con un mejor 2025: "Mi sueño es jugar en la primera de Atlético".

Foto: José Nuno - LA GACETA Foto: José Nuno - LA GACETA

Raúl Saavedra, ex futbolista de Atlético Tucumán está viviendo un momento especial junto a su hijo Benjamín, que está dando sus primeros pasos en el fútbol con tan sólo 16 años.

El joven lateral por derecha recientemente debutó en la Reserva del “Decano”, de la mano de Diego Barrado. Y su papá Raúl aún recuerda con nostalgia su trayectoria en el fútbol. “Jugué hasta los 40 años; ya tengo 46 y no me costó el retiro. Se dio justo durante la pandemia. Tal vez eso ayudó a que no se sienta tanto”, explica el ex defensor que tuvo dos pasos por Atlético (2000 a 2002 y 2009 a 2010).

Saavedra, que dejó el fútbol profesional en 2020 responde con orgullo cada vez que habla de su hijo. “Lo acompaño porque él así lo quiere. No le exigí que siguiera mi camino; lo que él decida hacer de su vida estará bien”, remarca sobre los inicios de Benjamín en el deporte que fue su profesión durante más de 20 años. “Trato de volcarle toda la experiencia que acumulé en mi carrera. Desde los ocho años está en el club y ahora los técnicos lo utilizan como lateral por derecha”, agrega el zurdo.

Saavedra, un apellido que tiene pasado y presente en Atlético Tucumán

Por lo que comenta el ex jugador, el fútbol es una pasión compartida que fortalece el vínculo con su hijo. “Lo acompaño y se me pone la piel de gallina cuando lo veo vestido de futbolista. Hace feliz a toda la familia”, expresa con orgullo.

Benja, por su parte, aprovecha el momento para contarle a LA GACETA como vivió su debut en Reserva. “Fue inesperado porque hacía unos días había jugado con mi categoría (la Séptima) y justo todo se dio de un día para otro. La verdad, al ser los primeros partidos estuve con muchos nervios, pero los chicos y el técnico me aconsejaron todo el tiempo y eso me ayudó a que pudiera soltarme”, dice el futbolista que es alumno de quinto año del Colegio Presentación de María, que queda a unos escasos metros de su casa ubicada en Villa Carmela.

Aunque en los últimos años los técnicos lo fueron retrasando en el campo de juego (en sus inicios en el deporte era delantero), el ahora lateral no imita ningún movimiento de su papá en el campo de juego. “A veces veo videos de sus goles, pero trato de ser yo mismo. Más allá que él jugaba en el puesto, creo que somos jugadores de características diferentes. Si le tengo que copiar algo, me gustaría que sea su pegada”, confiesa el juvenil.

El cambio de rol para Raúl Saavedra

 La relación que Raúl mantiene con el fútbol no evolucionó como en otros casos. Según dice el ex lateral, no realizó el curso de técnico y no se imagina una vida en el banco de suplentes. Aunque en su momento tuvo la oportunidad de dirigir, nunca sintió una atracción genuina por ese rol. “Me han llamado desde muchos clubes, pero estoy bien así. Estoy tranquilo”, admite.

Saavedra también hizo referencia a su época como jugador y el presente en el que compite su hijo. “La visibilidad del fútbol ha cambiado gracias a las redes sociales y a la transmisión de partidos por internet. Él debutó en Reserva y yo lo pude ver al partido desde el trabajo. Los chicos tienen ropa de entrenamiento, de concentración y en ese sentido cambió un montón”, dice entre risas, explicando que en sus días ni siquiera existían registros fotográficos de los partidos en categorías inferiores.

Foto: José Nuno - LA GACETA Foto: José Nuno - LA GACETA

A pesar de los cambios en el mundo del fútbol, los desafíos emocionales para los jugadores siguen presentes y Saavedra lo sabe bien. Aunque Benjamín está comenzando su carrera en Tucumán, su padre es consciente de que el fútbol es impredecible y puede implicar distancias y sacrificios. “Dejamos que fluya todo. Ojalá que llegue a cumplir sus sueños y que triunfe en este ‘mundo’”, expresa con un tono de esperanza. Como padre, está preparado para apoyar a su hijo en cada paso, sin importar si el camino lo aleja de casa.

La experiencia de Raúl, tanto en el fútbol como fuera de él, le enseñó lecciones que ahora comparte con su hijo. Pero también le dio una perspectiva amplia sobre lo que significa acompañar un sueño. Ahora cumple otro rol en lo profesional, pero sus recuerdos de los días de vestuarios, mates y concentraciones siempre estarán presentes. “Se extrañan las charlas y las bromas, pero yo ya lo tengo asumido”, remarca.

Los sueños del juvenil de Atlético Tucumán

“Mi 2024 no había comenzado de la mejor manera si lo comparo con el final de 2023. Pero siempre tuve la confianza de que iba a poder recuperar ese nivel. Ahora estoy feliz porque me esforcé al máximo y lo terminé de la mejor manera, ya estoy pensando en la pretemporada. Quiero sumar muchos minutos y llegar al plantel profesional”, explica el pupilo de Sergio Pereyra en Séptima y Barrado en Reserva. “Me dan mucha confianza; me alientan y me piden que juegue como en los entrenamientos”.

Con Joao Cancelo y Alexander Arnold como fuentes de inspiración, el sueño de “Benja” es similar al de miles de niños que aspiran a convertirse en futbolistas profesionales. “Quiero debutar en la Primera con Atlético y, más adelante, poder jugar en Europa”, responde con la madurez de un joven que tiene las cosas claras, aunque con la timidez de quien está dando sus primeros pasos en su carrera y que solamente lleva tres partidos en la Reserva del “Decano”.

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