Hace 7 Hs
La detección del primer caso autóctono de dengue de la temporada pone en alerta a la provincia. Los datos de la última epidemia generan preocupación tanto en el sistema sanitario como en la ciudadanía. La enfermedad transmitida por el mosquito dejó en el último capítulo números que justifican la inquietud: entre diciembre de 2023 y julio de este año se registraron más de 84.000 contagios y 44 muertes.
La confirmación del caso da cuenta de una tendencia que se venía dando en el último mes en otros distritos del país: el contagio apareció en primavera, es decir, antes que en años anteriores. De acuerdo con nuestras crónicas, el año pasado el primero había aparecido recién el 27 de diciembre.
El Ministerio de Salud venía monitoreando especialmente la situación en países vecinos, como Bolivia, Brasil y Paraguay, y la aparición temprana de casos autóctonos en al menos cinco provincias. A esto se suman las condiciones del tiempo, marcadas por la lluvia y el calor, que han propiciado la proliferación del mosquito durante las últimas semanas.
Las autoridades vienen efectuando acciones preventivas y de preparación, como capacitaciones internas y de concientización en los barrios. Ahora se sumaron los llamados bloqueos de foco, en las poblaciones y zonas donde hay casos sospechosos, que permiten tanto detectar como evitar otros posibles contagios.
Una de las grandes ventajas en relación a las dos epidemias anteriores es la disponibilidad de las vacunas en el sector público. Hasta comienzos de este mes, se habían vacunado voluntariamente (no son obligatorias) a más de 60.000 tucumanos. La cartera sanitaria destacó que es un número récord y que es posible gracias a que se compraron a tiempo 200.000 unidades porque hoy ya no hay disponibilidad en el mercado.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) presentó hace un mes el plan estratégico mundial para preparación, disposición operativa y respuesta frente al dengue y otras enfermedades. El fin es reducir la morbilidad y coordinar de manera regional acciones en todos los países. Entre las actividades que señala como prioritarias se encuentran las de laboratorio, la investigación, el control de vectores y, fundamentalmente, la participación comunitaria. En estas páginas, los expertos subrayaron sobre el último punto un asunto clave: que la población no ha tomado suficiente conciencia sobre la importancia de eliminar los recipientes o sitios con agua donde se depositan los huevos de los Aedes aegypti.
Las prácticas son sencillas e incluyen la revisión de los patios y alrededores de las casas. Dar vuelta un cacharro, limpiar los resumideros o mantener controlados los bebederos de animales puede hacer la diferencia. “Todas las personas tenemos una función que desempeñar en la lucha contra el dengue”, dijo el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
A partir del primer caso confirmado de la temporada, la preocupación se renueva pero también la responsabilidad de todos.
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