"Fue mi último partido. No creo que juegue más en todo el año. El hombro lo tengo imposible. Quería despedirme de la gente de Colo-Colo en el amistoso de fin de año, pero ahora no lo veo así. Terminé jugando hoy por eso, porque amo estos colores", las palabras de Carlos Palacios en Chile, después de consagrarse campeón con el “Cacique”, repercutieron fuerte en Boca.
Es que el delantero es una de las debilidades de Juan Román Riquelme y su consejo de fútbol, de hecho, en los últimos dos mercados de pases el nombre del delantero estuvo boca de todos, aunque finalmente no se llegó a un acuerdo. “Dejamos la puerta abierta para una negociación en enero”, había dicho Aníbal Mosa, presidente de Blanco y Negro, la empresa que maneja el club chileno, tras desestimar una oferta de 5.000.000 de dólares en agosto.
"Espero volver algún día y darle alegrías al pueblo colocolino. Fueron difíciles estos meses con el tema de Boca, que se habló más de la cuenta. Me supieron entender. Después pasó el tema de la selección (abandonó repentinamente la concentración en la última fecha FIFA). Doy gracias para la gente que estuvo en todo momento", agregó el delantero que siempre se mostró predispuesto por llegar al club de La Ribera.
Boca sigue los pasos de Palacios
El primer intento había sido a principios de este año, mas no se habían puesto de acuerdo con el monto. Colo-Colo pretendía que pagaran la cláusula de rescisión, mientras que Boca quería comprarlo por una cifra un tanto inferior. En ese entonces, la “Joya” había comentado públicamente que su ídolo era Riquelme.
En los meses posteriores, ambos mantuvieron un contacto asiduo, con el fin de arrimar el bochín para concretar su aterrizaje en el predio de Ezeiza. Ahora el futbolista se despidió de la afición chilena y en Boca se frotan las manos porque sienten que están más cerca de concretar el primer refuerzo para Fernando Gago y eso que falta poco menos de dos meses para que se abra el mercado de pases.