El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) situó el epicentro del primer sismo a 14,2 kilómetros de profundidad en el océano, a unos 35 kilómetros de la costa de Bartolomé Masó, en la provincia de Granma, y a unos 175 kilómetros de Santiago de Cuba, la segunda ciudad más grande del país.
En Caney de las Mercedes, un pequeño pueblo dentro del municipio de Bartolomé Masó, Karen Rodríguez dijo: “Aquí se sintió bien duro. Había pasado como media hora del primer temblor y entonces estábamos regresando a la casa cuando vino el segundo que fue todavía mucho más fuerte”. La peluquera, de 28 años, subrayó que en el pueblo “hay casas que tienen las paredes agrietadas, a otras se les cayeron paredes y a algunas el techo”.
Los movimientos telúricos se percibieron en todas las provincias del oriente, además de Camagüey y Ciego de Ávila (centro), según informó el periódico oficial Granma, sin reportar hasta ahora pérdidas humanas.
En Bayamo, una ciudad de 140.000 habitantes a 50 km de Bartolmé Masó, la gente sintió también la fuerte réplica.
Sustos
“Los postes se estaban moviendo, la calle, todo duró unos 20 segundos, el primero, porque luego hubo otro también muy fuerte. La gente sí se asustó, todo el mundo corriendo, saliendo de las casas muy asustados”, dijo a Liván Chávez, un soldador de 24 años.
“Yo estaba acostada, pensaba que me iba a dar una cosa, todo mundo salió para la calle”, dijo respecto al segundo temblor Dalia Rodríguez, un ama de casa, cuya vivienda sufrió daños en un muro. “Esto sería lo último que podíamos pasar, anoche no he dormido tratando de recoger agua, ni una gota, nada”, añadió Rodríguez.
El temblor sacude la isla cuando el país se recupera del azote de Rafael, un huracán categoría 3, que golpeó el oeste del territorio dejándolo por casi dos días con un apagón generalizado.