Procrear II: dudas y riesgos
11 Noviembre 2024

El barrio Procrear II de Tucumán, cuya ejecución permanece suspendida hace más de un año, permanece con futuro incierto, aunque predominan el pesimismo de los empresarios y las señales de discontinuidad respecto de la Nación. Y las dudas sobre la obra generan una serie de riesgos, tanto acerca de los recursos invertidos por los sectores público y privado como para los ciudadanos que precisan de un sistema que facilite el acceso a la vivienda en tiempos de crisis económica y habitacional.

En la última semana trascendió la decisión del Gobierno nacional de eliminar el Plan Procrear, que había sido creado en 2012 y relanzado durante la anterior gestión. El foco está puesto en que, meses antes del cambio de signo en la Casa Rosada, se cesó en el envío de los pagos por los certificados de avance de obra en distintas jurisdicciones del país. Una de las ideas que se menciona es la de cerrar el fondo fiduciario creado para las distintas líneas de crédito. Otra alternativa es la cesión de los proyectos inconclusos a la Agencia de Administración de Bienes del Estado, con la posibilidad de que luego los inmuebles sean subastados o cedidos a las provincias.

En este contexto, empresarios de la Cámara Tucumana de la Construcción (CTC) recibieron tercera notificación consecutiva del Banco Hipotecario -agente fiduciario del Procrear II- por la prórroga en la suspensión de los trabajos, por otros 90 días.

Ante esta situación, el sector privado -una veintena de empresas- analizan las vías para rescindir el contrato, dado que la Nación adeuda pagos millonarios y además les asignó la custodia del predio de 100 hectáreas.

La obra, situada al sur de San Miguel de Tucumán, quedó frenada con el 15% de avance. Las constructoras advierten que, además de los robos y los actos vandálicos recurrentes, el emprendimiento está expuesto a posibles usurpaciones. Además, señalan que, con la paralización del proyecto, se perdió la oportunidad de generar 6.000 puestos de empleo directos en este rubro, además de otros 6.000 empleos indirectos derivados de la actividad.

Con más de 3.000 viviendas previstas -bajo distintos modelos y tipologías- y un déficit habitacional estimado en 50.000 casas en Tucumán, las perspectivas negativas para el Procrear II generan preocupación. A su vez, la situación del proyecto evidencia las consecuencias de lo que sucede cuando no existe planificación a largo plazo en el Estado, y cómo los trabajos pueden caer, presa fácil de las contingencias económicas.

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