¡Cuánto duele esta derrota para Atlético Tucumán! ¡Cuánto complica! Jerónimo Domina se convirtió en el verdugo de Atlético. Sí, entró como reserva (a los 6’ por la lesión de Nicolás Orsini) y fue el héroe de la tarde santafesina. El gol fue la cereza del postre de la actuación del joven, pero tampoco puede pasarse por alto que causó la expulsión de Gianluca Ferrari. Por ende, el delantero fue quien desató el nerviosismo y las dudas dentro de la defensa de Facundo Sava. Y, como no podía ser de otra manera, fue el motivo por el que el “Decano” perdió puntos fundamentales en el camino a la clasificación de la Copa Sudamericana.
Es cierto que el empate hubiese sido demasiado generoso con el equipo de Sava. Atlético generó dos palos desde los tiros libres de Mateo Coronel y Marcelo Estigarribia. Podrían sumarse como una ocasión de peligro el disparo de Ferrari sobre el final del primer tiempo o un mano a mano de Mateo Bajamich que fue atajado por Thiago Cardozo. Pero lo cierto es que el planteo de DT priorizó el orden defensivo sin arriesgar demasiado. En parte es entendible porque era de vital importancia sumar puntos en Santa Fe. Más si se considera que Unión era un rival directo. Pero, como dice el refrán: “el que no arriesga, no gana”. Y al “Decano” le faltó rebeldía para preocupar a Unión. Tanto es así que la producción ofensiva se restringió a las cuatro jugadas mencionadas, y tres de ellas nacieron de la pelota parada.
El local jugó un partido inteligente ante Atlético Tucumán
Unión mostró una cara diferente. Empujó con combinaciones veloces, realizó cadenas de pases más elaboradas, pero falló en la puntada final en múltiples ocasiones. Adrián Balboa fue el mayor generador, y durante la primera mitad hizo que Tomás Durso se colocase el buzo de figura. También estrelló un cabezazo en el palo y complicó a la zaga de Ferrari y Néstor Breitenbruch, pero no iba a ser su jornada, sino la de Domina.
Como se mencionó anteriormente, el delantero fue la llave que descompensó el esquema de Sava. La expulsión por doble amarilla de Ferrari provocó que el “Decano” pierda la calma a la hora de defender. Entradas feroces, despejes sin sentido alguno y escasa salida limpia fue la imagen que dejó Atlético en el inicio de la segunda mitad. La prueba fidedigna es la amarilla que recibió Guillermo Acosta por una durísima falta a Mateo del Blanco. Estos síntomas hicieron que el equipo de Cristian González apriete un poquito más, y con un cabezazo de Domina bastó para terminar con las aspiraciones de Atlético.
También podría mencionarse que la salida de Adrián Sánchez terminó de descompensar el mediocampo; mientras que el ingreso de Matías de los Santos no fue suficiente para reorganizar la defensa. Casi no tuvo protagonismo ni protagonizó ningún cruce fundamental.
El gol obligó a Atlético a salir en búsqueda del empate, pero con un mediocampo partido y sin generación de juego no encontró los caminos para romper con la defensa de Unión.
El sueño copero del “Decano” parece estar cada vez más lejos. Actualmente se ubica a 10 puntos de Independiente que se estaría quedando con la última plaza para la Sudamericana y que tiene un partido menos. Es cierto quedan 15 puntos en juego, pero la ilusión pende de un milagro y, sobre todo, de sumar puntos.