La derrota en el “Gigante de Arroyito” dejó cicatrices profundas en San Martín. Sin embargo, la victoria en su primera presentación del reducido demostró que el plantel aún tiene fundamentos sólidos y, sobre todo, la garra necesaria para continuar luchando por el ascenso.
Tras el pitazo final, los jugadores se abrazaron en el centro del campo, un gesto de unión que reflejaba el alivio de haber dado un paso en la dirección correcta. De regreso al vestuario, las canciones de celebración comenzaron a sonar, y con ellas se desvaneció el silencio que había reinado en la delegación desde la final perdida.
Diego Flores fue de los primeros en hablar. “Este equipo está para grandes cosas, y hoy quedó claro. No somos los peores por haber perdido una final. Este grupo merece terminar el año peleando por algo importante”, dijo el DT del “Santo”. “Salimos a jugar con el cuchillo entre los dientes, y así vamos a seguir hasta el último partido”, agregó.
Lautaro Fedele, autor del segundo gol que selló la victoria, destacó la importancia de este resultado para el ánimo del plantel. “La final dolió muchísimo, pero hoy demostramos que podemos levantarnos. Este grupo está fuerte, sabe lo que quiere y cada victoria es un paso más para dejar atrás ese golpe y avanzar con más fuerza”, expresó el delantero.
Por su parte, Diarte comentó: “Sabemos que muchos hinchas siguen enojados, y es comprensible. Nosotros también estamos dolidos, pero esta victoria muestra que vamos a dar todo hasta el final. Queremos que sigan creyendo en nosotros, porque el ascenso sigue siendo posible y vamos a pelear hasta el último minuto”. También destacó el compromiso que sienten con los hinchas, aunque son conscientes de que las heridas aún no sanan por completo.
La semana posterior a la derrota fue particularmente difícil para el grupo, según confesó Gonzalo Rodríguez, quien también se sinceró sobre lo que significó cargar con la desilusión de no haber logrado el ascenso directo.
“Fue una semana durísima, de trabajar lo mental y lo anímico. Esa herida sigue abierta porque nos reprochamos muchas cosas, pero hoy teníamos que venir y llevarnos un triunfo para Tucumán”, explicó “Turbo”. “Impusimos nuestro juego ante un rival que mereció ganar su grupo. Esta victoria nos muestra que el dolor, de a poco, empieza a disiparse y que todavía tenemos algo importante por lo que luchar”, añadió.
El oriundo de Aguilares también agradeció el respaldo de los hinchas y señaló que este triunfo es una manera de retribuir el esfuerzo que ellos realizan para acompañar al equipo en cada partido.
“La gente de San Martín hizo un esfuerzo gigante para copar Rosario, y eso no pasó desapercibido para nosotros. Hoy queríamos demostrar que estamos a la altura de lo que ellos esperan”, dijo “Gonza”, quien siente que esta victoria fue, en parte, para calmar un poco la decepción y reavivar la esperanza.
Cada palabra, gesto y acción reflejan un mismo mensaje: San Martín aún está en carrera y la derrota contra Aldosivi no fue el final. Para jugadores, cuerpo técnico e hinchas, el objetivo de alcanzar el ascenso a Primera sigue siendo posible, y cada victoria es una dosis de confianza y alivio que ayuda a curar las heridas.