Y un día de septiembre la extrañada ficción nacional reapareció en la pantalla chica, por la plataforma de la N roja. Se trata de “Envidiosa”, la serie que suscitó pura envidia por ocupar desde su estreno el primer lugar del top ten en Argentina, y además es una las ficciones más vistas en habla no inglesa en siete países. En América Latina ocupó el primer lugar en Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay, y también alcanzó el primer puesto en Hungría y en Israel.
Ayer la serie aún ocupaba el quinto puesto entre las más vistas en nuestro país.
Protagonista brillante, elenco talentoso, guión atractivo y producción de calidad marcan entre otras las claves del éxito, a pesar de ciertos críticos denostan el contenido demodée al que tildan de patriarcal, con estereotipos y clichés. Por otro lado también se critica que las locaciones -como buen producto exPol-ka- se reducen a entornos porteños privilegiados entre Puerto Madero y Barrio Parque.
Obviamente, ya hay un divertido video que asegura que la temporada de Envidiosa llegará en el verano de 2025.
A esta altura no hay duda de que la comedia fresca y divertida tipo sitcom estadounidense con costumbrismo argentino ha captado detractores, pero muchos más espectadores entusiasmados.
La historia de la chica que se separa de su largo noviazgo y que comienza a envidiar a las amigas que se casan, al parecer estaría basada en una influencer porteña muy conocida por brindar consejos amorosos a sus seguidoras. La noticia desató un sonado escándalo en las redes y, lógicamente, aumentó el interés.
El leit motiv
Para reflexionar sobre la envidia, leit motiv de la serie, opinan los especialistas.
“La envidia tiene muy mala fama, pero es en definitiva, una emoción. Más normal, incluso más frecuente de lo que pensamos, que nos acompaña en el crecimiento, y tiene que ver casi en primer lugar con nuestros hermanos. No es solamente un pecado capital”, afirma Regina Abete, licenciada en Psicología, especialista en Terapia Cognitiva, docente en la UNT y en la Unsta-. En cualquier caso puede creerse que es mala, normal, terrible. Lo que no puede negarse es que es un hecho. La encontramos en el desarrollo; tiene que ver con la relación con los hermanos, con lo social. La envidia no es mala en sí; lo malo es permanecer en ella. Por su prensa negativa, es también negada, y son esas negaciones las que obran como abonos, hasta llegar a convertirla en resentimiento. Algunos sentimientos que tienen una carga negativa, como la ira y la envidia, si pueden ser reconocidos, también pueden ser cambiados”.
“¿Cuándo es patológica la envidia? -plantea Abete-. Cuando estamos tan pendientes del otro que es como si lo vigiláramos. El narcisista es envidioso porque los otros tienen algo que no posee él mismo. Diría que la envidia se vuelve dañina ‘cuando deseo tanto tener lo que el otro tiene, que esa persona se vuelve un modelo de felicidad’, inalcanzable por supuesto porque nadie que no seamos nosotros mismos puede gestarnos esa felicidad - agrega-. En esta época de paredes transparentes, de vida mostrada, seguramente esta emoción ha escalado otros niveles: las personas necesitan exhibir la felicidad y lo hacen a través de las redes, a través de búsqueda de la perfección. Entonces estamos viviendo en una época envidiosa”.
“Me parece que la serie exacerba la envidia con la intención de poder visualizarla, convirtiendo al personaje en alguien gracioso y a la vez desagradable”, concluye.
Una particularidad
“La particularidad de ‘Envidiosa’ es que exhibe esa forma de resentimiento desde la perspectiva de la protagonista, y no como ocurre habitualmente, desde la de quienes padecen la acción del envidioso. Así, vemos a la figura estelar recaer una y otra vez en arrebatos que producen daños en sus allegados, pero que fundamentalmente corroen su propio ser. En este proceso es clave su convicción de que la vida es una suerte de competencia, de modo tal que los logros alcanzados por sus pares (casarse, tener hijos, etcétera) le recuerdan dolorosamente que ella no los ha conseguido. Incapaz por tanto de empatizar con la alegría del otro, sólo se puede empatizar con ella debido a su fragilidad emocional”, reflexiona Nicolás Zavadivker, doctor en Filosofía, profesor de Ética en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNT.
Los mandatos
“Al explorar la temática de la envidia, ‘Envidiosa’ nos ofrece una ventana a la complejidad de la psiquis humana y a las presiones sociales que enfrentamos. Al centrarnos en una mujer de 40 años, podemos identificar cómo los mandatos de género y edad se entrelazan con la experiencia de la envidia”, señala la licenciara Mariela Acotto; psicoanalista, cantante de tangos y gestora cultural.
Acotto distingue tres aspectos:
- La mujer de 40 como objeto de deseo y comparación: “La sociedad a menudo impone una imagen idealizada de la mujer de 40 años, exitosa, bella y feliz en todos los aspectos de su vida. Este ideal puede generar una gran presión y llevar a muchas mujeres a sentirse insatisfechas con sus propias vidas, comparándose constantemente con los demás”.
- El reloj biológico y la maternidad: “La presión social por ser madre a cierta edad puede generar sentimientos de frustración y envidia en aquellas mujeres que no cumplen con este mandato. La serie explora cómo este tema impacta en la protagonista y cómo se relaciona con envidia hacia otras mujeres”.
- La crisis de los 40: “Esta etapa de la vida suele venir acompañada de una reevaluación personal y profesional. La protagonista podría estar experimentando una crisis de identidad, cuestionando sus logros y metas, y comparándose con sus pares”.
Respecto de las escenas de la protagonista en sesiones de psicoanálisis, Acotto observa: “me parecen atinadas porque el guión apela más al lado humorístico y sutil de lo que representa el trabajo de un analista”.
Opina la audiencia: puntos de identificación y de disenso
“No me llamaba la atención, pero tanto hablaban que la vi. La sorpresa fue grande: es una historia súper llevadera y muy graciosa. El trabajo de cada uno de los actores es impecable. Vicky es una mujer con un anhelo (el casamiento) que pensé que ya no estaba vigente; sin embargo a medida que transcurre la serie me di cuenta de que hay muchísimas Vickys dando vuelta. Lamothe es el tipo salvador de emociones, el antipríncipe que alguien con expectativas tan altas ve pero que lo tiene todo”. (Julieta, secretaria, emprendedora).
- “¡Me encantó! Y eso que no me gustan las series argentinas. Las sesiones con la psicóloga no tienen desperdicio. Creo que todas las mujeres en algún punto nos identificamos con la historia. Es una serie distinta; es cómica y también triste, ¡tal como la vida de las +-40!” (Cynthia, ingeniera agrónoma).
- “Con altibajos, es una comedia pasatista, como decían antes los críticos. Con buenos trabajos de Siciliani y Lamothe, no más que eso. También está buena la actuación de la psicoanalista”. (Raúl Marcelo Madkur, arquitecto).
- “Me resultó entretenida. Siciliani banca la parada con decencia. Es fresca y divertida. También me gustó el personaje de ‘La China’. El resto de las actuaciones me pareció muy flojo, especialmente los dos principales roles masculinos; interpreto que hay un problema de dirección también. Sin embargo en el total de la temporada lo bueno supera lo malo. Lo mejor es el abordaje de la personalidad de la protagonista, con humor y desenfado”. (Ricardo Steinsleger, músico, director de coros, docente).
- “Al principio parece que va a ser dura y profunda, pero con el paso de los capítulos refleja algunas realidades, traumas, patrones sociales y familiares desde el humor, sin entrar a lo dramático”. (Sandra Maldonado, coreógrafa, directora, docente).
- “Vicky es súper autoexigente por trauma de abandono; cumple a rajatabla los mandatos que pesan sobre las mujeres, a la vez que envidia ferozmente a quienes cumplen con diversos estereotipos de manera ‘fácil’ ya que a ella todo le implica mucho esfuerzo. Es divertida y lleva implícita crítica social y de género”. (Cecilia Risso Patrón, abogada, emprendedora).
En detalle: ficha técnica y elenco
“Tras una ruptura devastadora a sus casi cuarenta años, Vicky va en busca de un nuevo amor. Pero no sabe que ahora comienza un viaje profundo -y divertido- de autodescubrimiento...”, señala la sinopsis de la plataforma Netflix sobre la serie de 12 episodios.
Productor ejecutivo: Adrián Suar. Dirigido por: Gabriel Medina. Guión: Carolina Aguirre. Duración: 25 - 41 minutos. Producción: Kapow. Género: comedia dramática, romance. Elenco: Griselda Siciliani, Esteban Lamothe, Benjamín Vicuña, Pilar Gamboa, Violeta Urtizberea, Marina Bellati, Bárbara Lombardo, Martín Garabal, Lorena Vega y Susana Pampín, entre otros.