El santoral de noviembre llega repleto de efemérides para la Iglesia Católica. Hoy, 7 de noviembre, se celebra a tres santos, entre los que destaca San Ernesto, un monje benevolente y caritativo que se caracterizó por su firmeza y determinación en sus empresas.
Además de San Ernesto, el catolicismo hoy recuerda a San Herculano de Perugia y San Engelberto de Colonia. Se trata de dos obispos europeos; el primero de ellos, italiano, que fue decapitado por orden de Totila, rey de los godos; el segundo, de Alemania, que fue asesinado luego de defender la justicia y la libertad.
Quién fue San Ernesto
San Ernesto nació en Ratisbona, Alemania, en el siglo XI y recibió su educación en la abadía de San Emmeram hasta que llegó a ser monje. Llegó a ser abad durante 25 años, período en el que se dedicó al servicio a los más humildes y pobres.
Promotor de la austeridad y la disciplina entre sus monjes, San Ernesto de Zwiefalten –donde estuvo a cargo de la abadía– se esforzó por mejorar la educación y la formación espiritual de quienes estaban a su alrededor. En 1146, San Ernesto decidió unirse a la Segunda Cruzada y se despidió diciendo: "la muerte a la que estoy destinado importa poco, pues me permite sufrir por el amor a Cristo".
Desafortunadamente, San Ernesto no logró llegar a Jerusalén, ya que fue capturado por los musulmanes, quienes, según la leyenda, lo llevaron hasta La Meca. A pesar de los intentos de los musulmanes por hacerlo apostatar, San Ernesto se mantuvo firme en su fe, lo que llevó a que fuera torturado y finalmente asesinado en 1148.
La oración a San Ernesto para pedir fuerzas
Dios Todopoderoso, te pedimos por intercesión del santo abad mártir Ernesto que, así como él, dejándolo todo, te siguió y sin temor predicó tu nombre, del mismo modo sepamos anunciar tu reino con la fuerza de tu gracia y la valentía que infundiste a tus mártires. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.