La gelatina es uno de los postres más populares en Argentina, no obstante, una opción en particular es la que ofrece numerosos beneficios -entre ellos combate el colesterol y cuida la piel- y es apuntada por los nutricionistas como la mejor para preparar en casa.
Se trata de la gelatina de cáscara de mandarina. Según los especialistas, la cáscara de esta fruta contiene flavonoides y compuestos fenólicos que actúan como antioxidantes, ayudando a combatir la producción de colesterol malo en el cuerpo. Además, las mandarinas poseen propiedades antimicrobianas que previenen la infección de heridas y combaten virus, hongos e infecciones bacterianas, lo que las convierte en un aliado importante para la salud de la piel, al igual que otros cítricos.
Con una textura suave y un sabor refrescante y ligeramente ácido, la gelatina de cáscara de mandarina es perfecta para cualquier época del año.
¿Cómo preparar gelatina de cáscara de mandarina?
La preparación de esta gelatina es sencilla y rápida, perfecta para disfrutar de un postre ligero y natural. Tiene un tiempo de preparación de aproximadamente una hora y 30 minutos, incluyendo tiempos de cocción y enfriado.
Ingredientes
- Cuatro cáscaras de mandarina (de mandarinas lavadas y peladas).
- Un litro de agua.
- Una taza de azúcar (ajustar al gusto).
- Un paquete de gelatina sin sabor (siete gramos aproximadamente).
- Jugo de una mandarina (opcional para intensificar el sabor).
Procedimiento
- Infusión de las cáscaras: coloca el agua y las cáscaras de mandarina en una cacerola y lleva a fuego medio. Cocina durante unos 20 minutos para que las cáscaras liberen su sabor. Luego, retira del fuego y deja enfriar.
- Colado: una vez fría, cuela la mezcla para eliminar las cáscaras y extraer solo el líquido con el sabor.
- Disolver el azúcar: agrega el azúcar al agua infusionada y remueve bien hasta que se disuelva completamente. Si deseas un sabor más intenso, añade el jugo de una mandarina.
- Preparar la gelatina: en un recipiente aparte, disuelve la gelatina sin sabor en un poco de agua fría, dejando reposar por unos minutos hasta que se hidrate.
- Incorporar la gelatina: añade la gelatina hidratada a la mezcla de mandarina y revuelve bien hasta que esté completamente disuelta.
- Verter en moldes: vierte la mezcla en moldes individuales o un molde grande y refrigera por al menos 50 minutos o hasta que la gelatina esté firme.
- Servir: desmolda la gelatina y sirve fría. Puedes decorar con rodajas de mandarina o hierbabuena para darle un toque fresco.