Puede llegar a la presidencia de Estados Unidos el candidato menos votado

Puede llegar a la presidencia de Estados Unidos el candidato menos votado

El sistema electoral estadounidense, de sufragio indirecto, permite ganar con millones de votos menos que el rival.

CINCO. La elección de 2016 no fue la primera que perdió el más votado; ocurrió en 1824,1876,1888 y 2000. CINCO. La elección de 2016 no fue la primera que perdió el más votado; ocurrió en 1824,1876,1888 y 2000.
04 Noviembre 2024

WASHINGTON, Estados Unidos.- Peculiar es la palabra que define al sistema electoral de Estados Unidos, donde Donald Trump derrotó a Hillary Clinton en 2016 con casi tres millones de votos menos y George W. Bush a Al Gore en 2000, con casi 500.000 menos. Los grandes protagonistas son los electores del Colegio Electoral.

En ambos casos, la victoria del candidato republicano se debió a que había superado los 270 votos electorales necesarios para abrirle las puertas de la Casa Blanca.

Estas son algunas claves del sistema, en víspera de las elecciones del 5 de noviembre entre Trump y la demócrata Harris, que se anuncian muy reñidas.

¿Por qué?

El sistema se remonta a la Constitución de 1787, que estableció las normas para las elecciones presidenciales por sufragio universal indirecto en una sola votación.

Los “padres fundadores” lo consideraron un término medio entre elegir al presidente por sufragio universal directo o por el Congreso, considerado poco democrático.

A lo largo de las décadas se han presentado cientos de propuestas de enmienda al Congreso para modificar o abolir el Colegio Electoral, pero ninguna ha prosperado.

¿Quiénes son?

Son 538 compromisarios. La mayoría de ellos son congresistas, funcionarios y cargos locales de los partidos, pero sus nombres no aparecen en las papeletas de voto y son en su inmensa mayoría desconocidos para la opinión pública.

Cada estado tiene tantos compromisarios o grandes electores como congresistas en la Cámara de Representantes (número determinado por la población) y el Senado (dos por estado).

California, por ejemplo, tiene 54 y Texas 40. Vermont, Alaska, Wyoming y Delaware tienen tres.

En todos los estados, menos en dos (Nebraska y Maine deciden por representación proporcional), el candidato más votado se lleva todos los votos de los grandes electores.

Polémica

En noviembre de 2016, Trump obtuvo 306 votos de grandes electores.

Millones de estadounidenses pidieron que lo bloquearan. Pero solo dos grandes electores de Texas desertaron, con lo que se quedó con 304 votos.

No era la primera vez que ocurría algo así. Cinco presidentes estadounidenses en total han perdido el voto popular pero han ganado las elecciones.

John Quincy Adams fue el primero, en 1824, contra Andrew Jackson.

Las elecciones de 2000 dieron lugar a un enredo en Florida entre el republicano Bush y el demócrata Gore. Este último obtuvo más votos en el país, pero el republicano consiguió 271 votos en el colegio electoral.

¿Simple formalidad?

No hay nada en la Constitución que obligue a los grandes electores a votar por uno u otro candidato.

Algunos estados les obligan a respetar el voto popular pero aquellos que se niegan, por lo general, solo se exponen a una multa.

Pero en julio de 2020, la Corte Suprema dictaminó que estos grandes electores “desleales” podían ser castigados si hacen caso omiso de la elección de los ciudadanos.

¿Cuándo?

Los electores se reunirán en sus estados el 17 de diciembre. La ley estadounidense estipula que “se reúnan y emitan sus votos el primer lunes después del segundo miércoles de diciembre”.

El 6 de enero de 2025, tras contar todos los votos, el Congreso anunciará solemnemente el nombre del presidente, que se conocerá mucho antes, pero seguramente varios días después del acto eleccionario.

Acusaciones y noticias falsas

Donald Trump volvió a agitar el fantasma del fraude electoral, en una jornada en la que su rival Kamala Harris pidió pasar página para “curar la división” en Estados Unidos, a dos días de unas presidenciales muy reñidas. A pesar de que no hay pruebas de que se haya cometido un fraude electoral significativo, el ex presidente afirmó en Pensilvania que los demócratas “luchan muy duro para robar” los comicios.

Recordó el intento de asesinato en su contra en julio y añadió que, para que se repitiera, la bala tendría que atravesar la multitud de medios de comunicación. “Para atraparme, tendría que disparar a través de las noticias falsas, y eso no me molesta. No me molesta”, afirmó entre risas, en lo que muchos leyeron como una amenaza.

En la recta final, aumenta el miedo a un posible estallido de violencia si Trump pierde y se niega a reconocer su derrota, como en 2020.

En un acto en Michigan, Harris dijo que Trump busca así que la gente crea que su decisión no importará y que por eso no asista a votar.

Pensilvania es uno de los estados más codiciados de los siete considerados pendulares, aquellos que no han sido bastión del Partido Republicano ni del Demócrata y que suelen decidir el resultado electoral por solo decenas de miles de votos.

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