César Abregú no podrá ver la final de San Martín de Tucumán y alentará a Gustavo a la distancia: "Voy a estar atento"

César Abregú no podrá ver la final de San Martín de Tucumán y alentará a Gustavo a la distancia: "Voy a estar atento"

El volante actualmente defiende los colores de Tucumán Central, que mañana a las 16.30 enfrentará a Graneros por el Regional Federal Amateur, y se perderá el final del duelo frente a Aldosivi.

César Abregú no podrá ver la final de San Martín de Tucumán y alentará a Gustavo a la distancia: Voy a estar atento

“Los hermanos sean unidos porque esa es la ley primera”. Los Abregú cumplen a la perfección con la reflexión del Martín Fierro. César disfruta a pleno del presente de Gustavo, y anhela que su hermano vuelva a hacer historia con la camiseta de San Martín. Sí, del mismo modo que ambos lo hicieron en 2016, cuando consiguieron el ascenso de la Primera Nacional en lo que fue el resurgir del “Santo”. Sin embargo, las obligaciones deportivas del volante central le impedirán ver la totalidad de la final contra Aldosivi. ¿Por qué? Mañana, desde las 16.30, Tucumán Central, su actual club, recibirá a Graneros por la cuarta fecha del Regional Federal Amateur.

“No viajo a Rosario porque jugamos, pero voy a estar atento a lo que pase. Estoy súper contento por todo lo que está logrando Gustavo. Es increíble que esté cerca de lograr otro ascenso. Eso me llena de alegría y toda la familia está muy contenta”, dijo el mediocampista. César, asimismo, valoró la transformación futbolística que realizó su hermano a lo largo de su carrera. “Él comenzó como central, después jugó ‘4’ en varios partidos en San Martín y hoy es uno de los mejores ‘5’ de la categoría. Es un jugador súper completo con un montón de virtudes”, indicó.

Entre el entusiasmo por el presente del “Santo” y la nostalgia del pasado, César posiciona a la final de ida frente a Unión Aconquija en 2016. ¿Por qué? “Ese partido lo jugué con mi hermano y fue muy especial. Él fue titular y jugó como lateral, mientras que yo ingresé a los 10’ porque se lesionó Maximiliano Rodríguez. Siempre dije que el gol del “Turbo” fue el que más gritamos porque estábamos juntos”, explicó. “Espero que este año se le dé el ascenso y que logren el objetivo que tanto buscan”, añadió.

El presente de César Abregú

A sus  29 años, César todavía continúa en actividad en Tucumán Central. Sin embargo, el volante reconoció que los últimos meses no fueron fáciles debido a que sufrió un edema óseo que lo marginó los últimos cuatro meses. “Me siento contento por la vuelta. Nunca había tenido una lesión que me pare tanto tiempo. Todavía estoy con un poquito de desconfianza, porque nunca sufrí algo así, pero estoy mejor”, expresó. “La pasé muy mal en ese tiempo. Pensaba que no iba a poder volver a jugar, pero intentaba mantenerme positivo. No quería fallar en fisio porque quería recuperarme y capaz que se demoraba más. Pero lo bueno es que se superó eso”, agregó.

¿Por qué eligió a Tucumán Central para relanzar su carrera? “Cuando me llamó el presidente, me contó los objetivos y eso hizo que me sume a Tucumán Central. Tenemos un plantel de Federal A. Me motiva mucho que quieran pelear cosas y quieran hacer historia. También la pasé muy bien con mis compañeros y eso me motivó muchísimo. Me pone muy contento como venimos creciendo en los últimos años”, profundizó. “Me sorprendieron dos compañeros: Jesús Ruiz, que ya lo conocía de Bella Vista, y Bruno Medina, que tiene muchísima buena energía”, añadió.

Pero, al retroceder en el tiempo, siempre surge la duda: ¿Por qué César, que era uno de los grandes proyectos de San Martín, se fue de Bolívar y Pellegrini? Claro, el último partido del paulistano data del 2017 en la Primera Nacional. “La última fecha con Chicago en La Ciudadela estábamos todos en el vestuario y Diego Cagna nos empezó a llamar uno por uno. Una semana antes, él me había dicho que quería contar conmigo para la siguiente temporada y después me dijo que no iba a tener en cuenta. La pasé mal porque me sentía importante en el equipo. Todo fue por el tema dirigencial y tuve que buscar club”, contó. “Mi familia siempre me apoyó. Eso fue fundamental para no bajar los brazos y continuar dentro de este mundo. Después pasé a San Jorge, donde jugué en un año, pero fue un club muy lindo con grandes compañeros”, expresó.

Más allá de esta situación, César se siente plenamente agradecido por lo vivido con la camiseta del “Santo”. “Hice Quinta, Sexta y Reserva. Después, a los 15 años, salté al plantel de Primera y recién debuté con Tomate Pena en el Federal A. Ese momento fue increíble para todos en la casa. Me acuerdo que antes de entrar me decía que haga lo que sé y que disfruté del momento. Sobre todo, que no me tire todo el compromiso en mí”, explicó. “El año que ascendimos, Arsenal me quiso llevar para jugar Primera división, pero Claudio De Camilo no quería saber nada. Ese año me quedé y después pasó lo que pasó. También hubo una oferta de Central Norte de Salta que rechazaron en su momento”, señaló.

César, en tanto, argumentó por qué San Martín a lograr el ascenso a la Primera Nacional. “Teníamos un plantel con muchos jugadores experimentados como Alexis Ferrero o ‘Lucho’ González. Ellos nos hablaban a nosotros, los más chicos, y eso te motivaba muchísimo porque todo el tiempo querían que nos demos cuenta del equipo en el que estábamos. Eso nos dio hambre de querer lograr lo que hicimos”, puntualizó, aunque todavía no se olvida cómo fue la noche anterior al duelo decisivo en Las Estancias contra Unión Aconquija. “Esa noche la pasamos muy mal porque fueron a tirar bombas. No nos dejaron dormir. Solo nos acostamos tres o cuatro horas, pero no pensábamos en eso. Era una final y teníamos que jugar a muerte. Era todo un despelote la organización”, recordó.

Después del paso por el “Santo”, Abregú continúo su carrera en San Jorge, equipo en el que jugó el torneo Federal A. Luego, pasó a Mercedes, de Salta, en lo que fue su primera experiencia fuera de la provincia. “Estuvimos jugando el Regional y quedamos cerca de lograr el ascenso”, recordó. “Después jugué en Concepción de La Banda, pero hubo varios problemas con los dirigentes por el tema económico. Entonces decidí irme del club y volví a San Pablo, que con Adrián Uslenghi llegamos a semis de la Liga. Teníamos un equipazo en el que estaba el “Ratón” Ibáñez”, agregó.

Si bien se encuentran en momentos distintos de su carrera, César reconoce que le queda un sueño pendiente junto a su hermano. “Quiero que volvamos a jugar juntos en algún momento. Ojalá se nos dé”, sentenció el volante que, pese a que jugará en Jujuy y La Plata, estará atento a cada detalle en Rosario.

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