31 Octubre 2024
Un simple ajuste en la rutina antes de dormir podría ser clave para conservar una buena memoria y proteger al cerebro contra el deterioro cognitivo. Diversos estudios recientes señalan que ciertas prácticas nocturnas no solo ayudan a mejorar el descanso, sino que además fortalecen las conexiones neuronales, favoreciendo la retención de información y el procesamiento mental.
Desde la comunidad científica, un hábito nocturno específico es cada vez más recomendado como una medida sencilla y efectiva para cuidar la salud cerebral a largo plazo. ¿Cuál es el secreto para mantener la mente en forma mientras dormimos?
Antes de dormir: una rutina simple que combate la pérdida de memoria
Entre las recomendaciones más estudiadas por los expertos, la meditación y la lectura ligera antes de dormir se destacan por sus beneficios sobre el cerebro. Investigaciones publicadas por la American Academy of Neurology revelan que dedicar unos minutos a leer o practicar una meditación breve antes de acostarse puede mejorar la consolidación de recuerdos y optimizar las funciones cognitivas.
Estas prácticas fomentan la relajación y disminuyen los niveles de estrés, lo que facilita un sueño profundo y reparador, condición clave para que el cerebro se recupere y asiente la información procesada durante el día.
Además, los especialistas destacan que evitar la exposición a dispositivos electrónicos en la última hora antes de dormir es otro hábito fundamental. La luz azul de las pantallas interfiere con la producción de melatonina, la hormona que regula el sueño, lo que afecta tanto la calidad del descanso como la salud mental.
Al reducir el tiempo de pantalla y optar por actividades más relajantes, el cerebro puede “desconectar” de los estímulos externos, logrando un sueño más profundo y beneficioso para la memoria y la plasticidad cerebral.
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