A todo o nada. En poco más de 90 minutos River Plate se jugará prácticamente un año entero. Tras el trauma que significó la última etapa en el club y la partida de Martín Demichelis, cualquier cosa que no signifique llegar a la final de la Copa Libertadores en casa será tomado como un fracaso de su sucesor Marcelo Gallardo, incluso antes de que el “Muñeco” complete tres meses en su puesto.
La esperada refundación futbolística del “Millonario”, al menos hasta esta víspera de la vuelta de semis ante el Atlético Mineiro, no se estaría materializando… La goleada encajada en Belo Horizonte fue una piña al mentón para el entrenador y los suyos, que apenas han marcado un gol –y de penal- en los últimos cinco partidos, amén de que en Brasil la supuesta solidez defensiva -único orgullo en el inicio de la nueva época-, se derrumbó cual castillo de arena ante los primeros soplos de Deyverson y Hulk.
¿Y ahora? Para neutralizar el 0-3 de la semana pasada, River deberá jugar este martes un “partido perfecto”, según definió Gallardo. En su última comparecencia ante los medios, dejó en claro que, aunque da por descontada la importancia del aliento de unos 80 mil hinchas, los atributos emocionales no alcanzarán para torcer la historia. River tendrá que exhibir y plasmar argumentos futbolísticos de los que viene careciendo, sobre todo en generación y contundencia.
A propósito, los simpatizantes “millonarios” han experimentado durante los últimos días un verdadero subibaja de sentimientos.
De la desolación más absoluta, a una paulatina recuperación de la confianza tras comprobar que a Peñarol le fue mucho peor (0-5) en su visita a Botafogo. De otra pérdida abrupta de fe, tras la pobre actuación del River “muleto” ante Defensa y Justicia (0-0) el viernes a domicilio, a un nuevo impulso hacia arriba después que un “Galo” alternativo cayera el sábado 3-1 como local frente a Inter de Porto Alegre.
Como sea, el banderazo de este lunes en el Monumental le habrá hecho notar a los jugadores que tendrán que dejarlo todo, sin entregarse bajo ninguna circunstancia a un supuesto destino que deje a River fuera de una histórica definición de Copa Libertadores en su propio estadio.
¿Y cuáles serán los once que saldrán “a por la heroica”? Gallardo y su entorno guardan bajo siete llaves los nombres antes de cada partido. Aunque parece más que probable que vuelva a la línea de cuatro atrás (¿con Leandro González Pirez por Paulo Díaz?) y que apueste por un Marcos Acuña entre algodones (eventualmente infiltrado).
Además, parece difícil que se la juegue por alguno de los pibes (Claudio Echeverri o Franco Mastantuono) de entrada, tras haber declarado que no les va a tirar la responsabilidad del momento encima. “Nacho” Fernández, pese a las críticas de los hinchas en redes, conservaría su lugar, al igual que Santiago Simón (aunque algunos hablan de Maxi Meza y otros de Manu Lanzini como alternativas).
Y siguiendo antecedentes en situaciones similares, parece una fija que Gallardo se la juegue con tres delanteros desde el arranque (así, Pablo Solari tendría su oportunidad). La pregunta del millón: ¿el volante de “contención” volverá a ser Nicolás Fonseca o el “Tucu” Matías Kraneviter recuperará el sitio que extrañamente perdió? Rodrigo Villagra sí parece correr de atrás.
En fin, no solo necesita ganar, sino golear. Y en lo posible por cuatro goles, aspiran sus hinchas: el “Mundo River”, a diferencia de sus primos hermanos de La Ribera, a priori no confía en ganar desde los 12 pasos. A todo esto, habrá que ver qué rol desempeñan el árbitro colombiano Wilmar Roldán y sus colegas en el VAR en un partido que amenaza ser muy caliente desde antes de su inicio.
Gabriel Milito la tiene clara: “Tenemos que ir al Monumental y ser nosotros”. Un gol de su equipo, apenas un gol, podría provocar una hecatombe dentro y fuera del campo.
En lenguaje tribunero, políticamente incorrecto, para River mañana será “plata o m…”. De hecho, si llega a la final –y ni hablar de si la gana posteriormente- muchísimo dinero ingresará a sus arcas. Y en contraposición, si queda fuera en semis, no se respirará en absoluto un aire límpido por un buen tiempo en Núñez y zonas aledañas.