La grafología se fundamenta en el análisis meticuloso de detalles de la escritura, como la forma de las letras, la presión aplicada al papel, el tamaño y la inclinación de los trazos, entre otros factores. En este marco, los expertos explican de qué manera la letra G puede develar el deseo sexual de una persona y si es infiel.
Los grafólogos señalan que la letra “G” es clave para detectar señales de comportamiento no tan visibles. Esta letra muestra cómo la persona canaliza su energía libidinal, conectando lo emocional (el óvalo) con lo instintivo (la lengüeta).
La importancia de observar la forma de escribir esta letra radica en su composición. El óvalo representa el “YO”, las emociones y afectos, mientras que la lengüeta refleja el deseo sexual y la libido. En el análisis, se busca trazos firmes, tamaño normal o grande, líneas horizontales o ascendentes sin temblores.
De acuerdo al óvalo de la letra “G”, existen diversos perfiles
- Sin óvalo: habla mucho pero sus acciones no coinciden, instintos exacerbados, sexo sin afecto.
- Óvalo pequeño, eje grueso: dificultad para expresar afecto, egoísmo, fantasías de aventuras sexuales.
- Óvalo grande, eje pequeño: tendencia a la frigidez, pereza, escaso erotismo, pero es afectuoso y sensual.
- Óvalo grande, eje atrofiado: privación sexual, posiblemente por falta de oportunidades.
- Óvalo abierto: generosidad y necesidad de encontrar una buena relación. Si está muy abierto, puede ser indiscreto y elocuente con secretos ajenos.
- Óvalo cerrado: reservado, no revela secretos a nadie, por desconfianza.
- Óvalo separado del eje: divide lo instintivo de lo afectivo. Se debe corroborar con otros gestos gráficos