Tras una década de crisis en transporte público, el Gobierno y los empresarios apuntan a mejorar el servicio de las líneas del interior. Y en paralelo a la compra de nuevas unidades, en lo inmediato se avanzará con un cambio que, según se anunció, traerá aparejadas distintas novedades para los usuarios.
El vicepresidente de la Asociación de Empresarios del Transporte Automotor de Tucumán (Aetat), Jorge Berretta, confirmó a LA GACETA que se cerró un acuerdo con una empresa para renovar las máquinas validadoras de las unidades que integran la flota de la línea 130, que va a Tafí Viejo. El objetivo, en esta etapa, es llevar adelante una “prueba testigo” a partir del 10 de noviembre, y sobre la base de esta experiencia, implementar estos dispositivos de forma progresiva en los demás recorridos del interior, primero del ámbito metropolitano y luego del rural. “Será la primera empresa con un sistema de pago abierto. Y además esta modernización incluye un diversos atributos, como botón antipánico y un seguimiento de cada unidad”, indicó Berretta.
El empresario explicó que la firma encargada de reemplazar los dispositivos es Bizland, con experiencia en ciudades como Salta y Córdoba. “Entiendo que Tucumán será uno de los primeros distritos del país con sistema de pago abierto, junto con AMBA”, apuntó.
El director de Transporte de la Provincia, Sergio Apestey, explicó que el foco está puesto en evaluar cómo funciona este sistema en la prueba piloto de las líneas metropolitanas. “Calculamos que será de unos 30 días, y cuando veamos cómo funciona, evaluaremos su traslado a las líneas rurales”, añadió.
El funcionario del Poder Ejecutivo indicó que la meta es “buscar la facilidad de los medios de pago”. “Este sistema permite descentralizar, es decir, que se pueda abonar el pasaje con tarjeta de crédito, con QR o billetera virtual, por ejemplo.Para eso, también necesitamos instalar estos aparatos (las validadoras), y consideramos importante que, en caso de ser necesario, puedan ser reparados en la provincia”, señaló.
Según Apestey, la implementación de la SUBE -una alternativa que se estaba gestionando desde la Casa de Gobierno- representaba una dificultad en ese sentido, dado que, en caso de fallas, los equipos deberían ser enviados a Buenos Aires. “Eso era un problema, porque un coche podría estar parado entre 15 o 20 días”, argumentó.
Renovación de las flotas
Apestey apuntó que la implementación del sistema de pago abierto en los servicios del interior está en línea con la decisión del gobernador, Osvaldo Jaldo, de renovar progresivamente las flotas de jurisdicción provincial. “Hace dos semanas, junto a los empresarios se hizo la presentación de 40 coches, entre ellos, siete 0 km. Estamos sacando de circulación los modelos más antiguos, que son 2007 a 2009. En caso de que no se pueda adquirir una unidad nueva, se busca que sean modelos entre 2016 y 2020. Y esto se completa con la medida del gobernador de la compra de 100 colectivos, una inversión que se va a recuperar con el reintegro de los subsidios que otorga la Provincia al transporte”, explicó.
Al igual que el DNU para la adquisición de un centenar de ómnibus, la instalación de las nuevas validadoras no alcanzará a las 14 líneas del servicio urbano que recorren San Miguel de Tucumán. Según se argumentó, en el municipio tienen avanzadas las gestiones con la Nación para la puesta en funcionamiento de la SUBE en la Capital, un sistema que se encuentra operativo en decenas de distritos del país y que permite el aporte de subsidios a la demanda (es decir, a los usuarios). De hecho, en la sede de 9 de Julio y Lavalle ya tenían el visto bueno de la Casa Rosada en cuanto a las máquinas que se instalarán en el servicio urbano. Sin embargo, todavía no se anunció una fecha oficial para la puesta en marcha de este sistema en la ciudad.