El canal Yerba Buena, materia pendiente

La plantación de árboles en el parque Prebisch de la UNT, ubicado junto al camino de sirga al Este de La Rinconada, ha puesto bajo la luz pública el estado de la avenida que corre junto al canal Yerba Buena y también el estado del mismo curso de agua, cuyo mantenimiento, evidentemente, no se realiza. Como se señaló hace pocos días en esta columna editorial, se trata de una zona que está teniendo gran crecimiento urbano, no sólo en cuanto a viviendas y barrios cerrados, sino también en lo que hace al desarrollo comercial, y está exigiendo respuestas urbanísticas urgentes de parte de las autoridades.

La apertura del parque universitario viene a ser un jalón en el crecimiento del área, después de la obra de entubamiento del canal San Luis y de acondicionamiento de la calle, de hace unos nueve años, que significó una mejora sustancial, según explicaron los mismos vecinos. Pero este cambio sólo se está notando precisamente en sector Oeste del camino de sirga, entre la avenida Solano Vera y el vértice del triángulo del parque Prebisch, a la altura de la calle Federico Rossi, que es donde confluyen los canales San Luis y Yerba Buena. A partir de allí el Yerba Buena es un solo curso que lleva el agua que baja del cerro en las tormentas. Precisamente para aliviarlo se han construido las lagunas de laminación en el parque Prebisch, las cuales ya están listas para su uso en esta temporada estival.

Pero desde allí hacia el Este el canal Yerba Buena es un desastre, y ese desmejoramiento incide también en el camino de sirga. Las losas del canal están destruidas, las malezas han crecido, la cerca de alambre ha sido robada y en las cercanías del semáforo del barrio San Martín hay basurales y dos grandes depósitos de autos desmantelados o en desuso, con chatarra desperdigada, a ambos lados del camino de sirga. Es de suponer que las aguas que bajan por el canal van a llevar basura, vegetales y piedras hacia el canal maestro de desagüe sur, que también tiene varias zonas con roturas. A comienzos de año, cuando se supo de dos incidentes de inseguridad en la zona -un asalto y un balazo que dio en el vidrio de un auto- se hizo un operativo en conjunto entre el Gobierno provincial, la Municipalidad de Yerba Buena y la comuna de El Manantial -jurisdicciones de las que depende el camino de sirga- con el fin de impulsar trabajos “para mejorar la transitabilidad, la seguridad, la iluminación y la limpieza” -se dijo-, en labores son realizadas en conjunto entre organismos provinciales, municipales y comunales. Se reparó la carpeta asfáltica, se mejoró el alumbrado público y se desmalezaron los márgenes del canal Yerba Buena, así como las aceras de la autovía. Se destacó entonces que se intentaba superar la “discusión histórica” de a quién le correspondía hacerse cargo de esta área difusa, y que se iba a hacer tarea conjunta. “Vamos a hacer un acuerdo para mantenerlo entre El Manantial, la Municipalidad de Yerba Buena, la UNT y todas las reparticiones de la provincia que hoy nos acompañan”, dijo el entonces ministro de Obras Públicas. Y se puntualizó que se retirarían los automóviles abandonados.

Hoy la realidad es que, desde la Federico Rossi, la situación de la zona exhibe el mismo abandono que a principios de año. Acaso en breve, cuando se aplique el plan Prelluvia en esta zona, se pueda desmalezar el canal y se haga una limpieza para evitar males mayores en el verano. Pero en realidad el área requiere una intervención mayor, constante, con miras a responder al crecimiento imparable del área, como pareció plantear el programa anunciado a comienzos de año, que ahora parece olvidado.