Sexualmente hablando: Marie Stopes, pionera

En la historia del movimiento feminista es más que justo mencionar a la doctora Marie Stopes. A ella se refiere el escritor Jonathan Margolis en su “Historia íntima del orgasmo”. Nacida en 1880 en Edimburgo, era hija del cervecero, ingeniero, arquitecto y paleontólogo Henry Stopes y de Charlotte Carmichael, estudiosa de Shakespeare y activista por los derechos femeninos. Cuando tenía pocas semanas de vida, la familia se mudó a Escocia para luego radicarse en Londres. Expuesta a la ciencia desde muy chica, anunció que pasaría “los primeros 20 años de su vida dedicada a la ciencia, los segundos 20 trabajando en proyectos sexuales y los últimos 20 escribiendo poesías”. Cosa que cumplió.

En 1905, se convirtió en la Doctora en Ciencias más joven de Inglaterra. Además se graduó en Botánica -especializada en plantas fosilizadas- en la Universidad College de Londres. Trabajó con verdaderas eminencias y ella se convirtió en una, haciendo importantes contribuciones a la paleontología de las plantas y a la clasificación del carbón. Fue la primera mujer académica en la Universidad de Manchester.

Luego de una serie de desventuras amorosas (incluyó una relación principalmente por correspondencia con el botánico japonés Kenjiro Fujii, a quien conoció en la Universidad de Munich), terminó casándose con el genetista canadiense Reginald Ruggles Gates en 1911. Una elección destinada al fracaso: Gates tenía un pensamiento absolutamente tradicional sobre el rol femenino, se oponía a que Marie formara parte de la Liga por la Libertad de la Mujer y, al parecer, era impotente. Marie logró que anularan su matrimonio en 1916 por no haberse consumado. Gates abandonó Inglaterra y rebatió las afirmaciones de Stopes, describiéndola como “supersexuada hasta un grado casi patológico”, diciendo que él “podría haber satisfecho los deseos de cualquier mujer normal”.

Guía para la anticoncepción

Ya divorciada, Stopes publicó una guía para la anticoncepción llamada “Wise Parenthood” (“Paternidad sabia”), dirigida a mujeres casadas. Como era de esperar, el libro enfureció a la Iglesia de Inglaterra y a la Iglesia Católica, pero pudo escapar a la condena. Durante la Primera Guerra Mundial, comenzó a trabajar en la que sería su obra más famosa: “Married Love: A New Contribution to the Solution of the Sex Difficulties” (“Amor conyugal: Una nueva contribución a la solución de las dificultades sexuales”): argumentaba que el matrimonio debía ser una relación de igualdad entre el hombre y la mujer. “Demasiado seguido, el matrimonio acaba con la vida intelectual de la mujer. El matrimonio no alcanzará toda su estatura hasta que la mujer no logre tanta libertad intelectual y de oportunidades como su marido”. Ideas que le hacían difícil encontrar un editor: “Para la mayoría de la gente ‘buena’, se supone que la mujer no tiene impulsos sexuales espontáneos. Me refiero a la estimulación física y fisiológica que se produce espontáneamente, sin ninguna relación con un hombre en particular. De hecho, se trata del impulso creativo, que es la expresión del gran poder de la vitalidad. Se ha esparcido tanto esta visón de que sólo las prostitutas experimentan estos sentimientos, que la mayoría de las mujeres prefieren morir antes de sentir ese deseo irrefrenable, profundo como las ansias de comer.”

En 1918 Stopes finalmente encontró un pequeño editor y el libro se convirtió en una sensación mundial. A mediados de la década del 20 había vendido millones de copias. También se publicó en Estados Unidos, pero fue declarado obsceno y luego prohibido.

En 1921, fundó la Sociedad para el Control Constructivo de la Natalidad con el respaldo económico de su segundo marido, el potentado Humphrey Verdon Roe, filántropo de Manchester defensor de la anticoncepción. Su hijo, Harry Stopes-Roe, nació en 1924.

Sexualmente hablando: Marie Stopes, pionera

Sin embargo, las cuestionables opiniones de Stopes sobre las clases sociales y el factor hereditario de las enfermedades físicas y mentales -era partidaria de la eugenesia- han contribuido a que su reivindicación no sea tan abierta. Llegó a oponerse fuertemente al casamiento de su hijo con una mujer que era miope, porque sus nietos podían heredar esta condición. Afirmó que “las mejores clases, liberadas del costo de instituciones, hospitales y cárceles repletas, en su mayoría por miembros de los grupos raciales inferiores, podrían agrandar sus propias familias” y que “la esterilización de aquellos que son completamente incapaces de ser padres debe ser tenida en cuenta como posibilidad inmediata, o como una obligación”.

Stopes publicó varios volúmenes de poesía y una novela, con el seudónimo Marie Carmichael. Murió a los 77 años de cáncer de mama en su casa de Dorking, Surrey.

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