No quiere dejar nada librado al azar. Con la mirada puesta en la final que se avecina y con el propósito de darle más rodaje al posible “11” titular que se presentará el sábado contra Güemes de Santiago del Estero, el técnico de San Martín de Tucumán Diego Flores trasladó los entrenamientos al estadio.
A través de ejercicios de fútbol reducido, el DT optó por dejar de lado la rotación que presentó contra Alvarado y se enfocó en probar a algunos jugadores que sumaron minutos a lo largo de la temporada, asegurando así que su equipo llegue con el ritmo adecuado a la tan esperada final que se llevará a cabo dentro de dos semanas en una sede neutral.
En la práctica, que se realizó ayer por la mañana, el bloque defensivo estuvo formado por Darío Sand en el arco, mientras que los defensores fueron Gonzalo Bettini, Agustín Dattola, Máximo Levi y Lucas Diarte.
La ausencia de Juan Orellana en el “11” se debe probablemente a que el zaguero central acumula tres tarjetas amarillas y necesita “limpiarse” de cara al duelo decisivo.
Una de las principales novedades en el medio campo fue la inclusión de Gustavo Abregú, quien había sufrido un desgarro en el isquiotibial de la pierna izquierda en la fecha 34 contra Tristán Suárez.
De esta manera, el oriundo de San Pablo se posicionó otra vez como el volante de contención junto a Matías Ignacio García.
Unos metros más adelante, Flores ubicó a Matías “Caco” García como el encargado de la creación de juego.
“Caco” tendrá la tarea de aportar peso en la ofensiva, que estaría compuesta por Juan Cuevas, Lautaro Fedele y Junior Arias.
Los días que quedan de la semana serán fundamentales para determinar si Flores se decidirá por este equipo o si optará por rotar algunos nombres, como ocurrió en Mar del Plata.