Cuando se habla de hormona de la felicidad, es habitual que entre las respuestas se mencionen las endorfinas. Sin embargo, no es la única asociada a este estado de bienestar. También están la dopamina, la serotonina y la oxitocina. Aunque hay ejercicios sencillos para promover su funcionamiento y producción, no todos saben cuáles son.
La forma en que funcionan las hormonas también es desconocida para gran parte de las personas. Cuando las glándulas las secretan al torrente sanguíneo, producen sensaciones o emociones particulares ya que funcionan como mesajeros químicos al llegar a otros órganos y tejidos.
Las hormonas de la felicidad
Dopamina. Según señala la revista National Geographic, esta hormona ayuda a sentir placer ya que forma parte del sistema de recompensa del cerebro. La dopamina es central en el proceso de aprendizaje, en la atención y el ánimo. También afecta directamente al ritmo cardíaco, la función renal, el procesamiento del dolor y la lactancia.
Serotonina. Es la hormona mediante la que el cuerpo emite una respuesa al estrés. Tiene relación con el proceso digestivo, la sexualidad y el descanso y afecta a la memoria y el miedo.
Oxitocina. Es una hormona que tiene especial importancia durante el embarazo, el parto y después del parto. Es conocida como la hormona del abrazo, del amor o del apego. Está estrechamente relacionada a la lactancia materna ya que es la que permite las contracciones de las glándulas mamarias con la succión del bebé.
Endorfinas. Son neurotransmisores comunmente conocidos como hormona de la felicidad. Funcionan como estimulantes capaces de cambiar nuestro estado de ánimo, actuar como analgésicos naturales y activar los centros de placer.
Cómo estimular la producción de las hormonas de la felicidad
Aunque son muchas actividades las que se pueden practicar, se pueden resumir bajo la idea de que, para estimular las hormonas de la felicidad, sirve toda práctica que nos resulte placentera.
1. Llevar una alimentación adecuada
El pollo, la leche, el queso, las paltas y las bananas tienen tirosina, un aminoácido que aumenta la dopamina en el cerebro.
2. Meditar
También es posible elevar los niveles de dopamina y endorfinas mediante la meditación. Respirar profundamente y enfocar el cerebro calma la mente y alivia el dolor.
3. Hacer ejercicio
Andar en bicicleta o levantar pesas ayuda al cuerpo a elevar los niveles de triptófano y, en consecuencia, la serotonina.
4. Pasar tiempo bajo la luz del sol
La exposición a la luz solar y pasar tiempo al aire libre estimula la liberación de beta-endorfinas en la piel.
5. Hacer actividades artísticas
Según Harvard, cantar, bailar o tocar un instrumento ayuda a liberar una “ráfaga de endorfinas” que podría aumentar la tolerancia al dolor.