Interna peronista: Cristina Kirchner les marca la cancha a Kicillof, a Jaldo y a Jalil

Interna peronista: Cristina Kirchner les marca la cancha a Kicillof, a Jaldo y a Jalil

La ex vicepresidente de la Nación necesita protagonismo, estar en los medios peleando política y electoralmente contra los libertarios y todos aquellos que se opongan a sus proyectos.

CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER. La ex vicepresidente de la Nación necesita protagonismo. CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER. La ex vicepresidente de la Nación necesita protagonismo. IMAGEN TOMADA DE TWITTER

Convertida en la reina de las antítesis, Cristina Fernández de Kirchner quiere llegar a la presidencia del Partido Justicialista (PJ) con una impronta claramente opositora. La ex vicepresidente de la Nación necesita protagonismo, estar en los medios peleando política y electoralmente contra los libertarios y todos aquellos que se opongan a sus proyectos. Sobre sus espaldas pesan varias causas judiciales que la tienen a maltraer y que, una alta exposición pública, puede contribuir a visibilizarla, a estar presente en la discusión política cotidiana.

Al presidente Javier Milei esa postura de Cristina no le viene para nada mal. De hecho, durante el Coloquio del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA), que se desarrolló en Mar del Plata, su ministro de Economía, Luis Caputo, no dudó en tildar a los kirchneristas de delincuentes y de burros. El oficialismo de turno se prepara para la gran batalla electoral de 2025. Más allá de las diferencias que, en la luz pública, parecen irreconciliables, en privado hay vasos comunicantes.

Cristina armó una lista de candidatos a autoridades nacionales del PJ sin gobernadores ni referentes radicalizados de La Cámpora. Aún más, ella ha le ha marcado la cancha a uno de sus hijos políticos: el bonaerense Axel Kicillof. “Los Poncio Pilatos y los Judas en el peronismo no van más”, remarcó en un acto realizado en Smata en clara referencia al mandatario bonaerense que apoya a su par riojano, Ricardo Quintela, en la interna partidaria del 17 de noviembre. La presencia en ese encuentro privado en territorio metalúrgico del senador tucumano Juan Manzur no pasó desapercibida, como tampoco la nominación de Lucía Corpacci, titular del PJ de Catamarca. El ex gobernador tucumano no estuvo este jueves en el acto por el Día de la Lealtad en Bella Vista y todo hace presumir que estará en la vereda del frente de Osvaldo Jaldo. De la misma manera que Corpacci con Raúl Jalil, a quien tiene a maltraer políticamente. Jaldo y Jalil están en el bloque de gobernadores dialoguistas que tienen cita el próximo lunes con Milei en la Quinta Presidencial de Olivos.  Junto a ellos estarían el salteño Gustavo Sáenz y el misionero Hugo Passalaqua. La intención, según trascendió, es que el jefe de Estado nacional le agradezca, cena mediante, el apoyo de los parlamentarios de esos distritos al veto a la Ley de Financiamiento Educativo, como también del resto del paquete de leyes que motorizó la Casa Rosada.

El encuentro había sido programado hace tiempo pero, por cuestiones de agenda presidencial y política, fue postergado en varias oportunidades. La última vez que Jaldo y Milei estuvieron juntos públicamente fue el 9 de Julio en Tucumán.  En la Casa de Gobierno provincial nadie quiera arriesgar opinión acerca de la cumbre de Olivos. Incluso señalan que la confirmación de la reunión llegó a través de los medios. Los dialoguistas vienen de una semana de cosecha. Al menos eso es lo que dejaron trascender tras el encuentro que esta semana mantuvieron con el ministro de Economía de la Nación. Caputo no sólo le garantizó el horizonte financiero de este año, sino que se atrevió a proyectar la relación fiscal hasta 2026.

Jaldo, en tanto, encontró en Bella Vista el acto que necesitaba para potenciar su imagen y diferenciarse de los “díscolos” del partido que aún cuestionan su liderazgo. En el entorno jaldista hay una frase que va tomando cuerpo: “teóricamente, Manzur es el presidente del PJ tucumano, pero la conducción claramente es ejercida por Jaldo, con sus actos de gobierno”.

Si el alineamiento institucional de los gobernadores peronistas con el líder de la Libertad Avanza causa escozor en ese partido, la posible concurrencia de ellos a Olivos pone a ese movimiento al borde de un volcán a punto de estallar. Jaldo no ha definido aún su inclinación en la interna, si apoyará a Cristina o a Quintela, pero sí tiene en claro una idea: no se dejará llevar de las narices por las decisiones partidarias. “Yo gobierno para los tucumanos, respondo a sus intereses, que son generales y no de un partido en particular. Nadie me impedirá pisar la Casa Rosada si así corresponde institucionalmente”, fundamentó el gobernador.  Se sabe que en el PJ del amor al odio hay un paso, y viceversa, con tantos Poncio Pilatos y Judas que, con el tiempo, terminan reacomodándose y olvidándose de viejas batallas verbales.

Si en 2025 el partido que llevó a Jaldo a la gobernación decide ir a internas para elegir los postulantes a diputados nacionales, el jaldismo está dispuesto a dar batalla. “Lo hicimos en 2021 cuando Osvaldo estaba en desventaja respecto de un Manzur con mucho poder. Ahora que estamos en el Gobierno, no tenemos miedo a la interna”, dice un referente cercano al tranqueño. Por de pronto, Jaldo hace gimnasia electoral, como ahora en La Cocha, con vistas a la elección del nuevo intendente, del 24 de noviembre, en un inesperado minitest electoral.

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