La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, presentó el programa “Manos a la obra”, cuyo objetivo es que todos los presos en cárceles del país trabajen, reduciendo el tiempo ocioso. Según explicó Bullrich, este programa busca que los detenidos devuelvan a la sociedad los recursos invertidos por el Estado y se responsabilicen por el daño causado.
Bullrich subrayó que la reinserción social no debe basarse en la comodidad de los detenidos, quienes deberán trabajar para ganarse su sueldo. Durante la presentación en la cárcel de mujeres de Ezeiza, la ministra destacó la importancia de adquirir habilidades laborales mediante la formación en oficios, como parte de un enfoque de rehabilitación.
El programa también incluye un sistema biométrico de control de asistencia, para garantizar que los detenidos cumplan con ocho horas diarias de trabajo, principalmente en el mantenimiento de los establecimientos penitenciarios. Bullrich enfatizó que la justicia no debe permitir que los presos reciban un salario sin trabajar.
Además, la ministra anunció que presentará un proyecto de ley para modificar la legislación sobre la ejecución de penas, asegurando que quien no trabaje no recibirá un salario. Con este cambio, se busca erradicar la cultura de la "destrucción social" dentro de las cárceles, promoviendo el trabajo como elemento clave para la reinserción.
Bullrich destacó que el programa refleja la filosofía de acabar con la impunidad y las injusticias que afectan a la sociedad, subrayando que no se debe permitir que quienes han cometido crímenes vivan cómodamente sin trabajar, financiados por el dinero de los ciudadanos.