Congresos como la 80 Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) suelen funcionar como cajas de resonancia que amplifican aquellos temas que estimulan, inquietan o preocupan a quienes integran el ecosistema de medios. Este año es la Inteligencia Artificial (IA) la que atraviesa buena parte de las ponencias y los debates que se desarrollan en la ciudad de Córdoba.
Aunque tal vez de modo aún medio difuso, la IA ya está empezando a modificar la forma en la que las audiencias consumen el contenido periodístico. Y, también, las vías en las que los periodistas conviven con esta tecnología dentro de las redacciones. Hay pocas certezas y muchas preguntas. Una de las que más se repite es ¿cuáles son los beneficios y cuáles son los riesgos que genera la IA para el quehacer periodístico?
Pablo Hamada, prosecretario de Redacción y responsable de Audiencias y Proyectos Digitales de LA GACETA, se encargó de identificar oportunidades y desafíos. Entre las primeras destacó la posibilidad de encontrar nuevos modos de conectar con las audiencias, la creación de productos novedosos y la capacidad de procesar grandes volúmenes de datos, entre otras cosas. Entre los segundos identificó la necesidad de adquirir nuevos conocimientos y habilidades dentro de las redacciones, la urgencia por ampliar el catálogo de contenidos para seducir a comunidades cada vez más grandes y la certeza de que las fuentes de tráfico van a cambiar de forma irremediable.
En ese sentido, Gina Chua, editora ejecutiva de la startup de medios estadounidenses Semafor, invitó a los periodistas, editores y directivos de medios presentes en la Asamblea a pensar con mucho detenimiento en la IA y en cómo va a modificar el modo en el que se accede a la información. Esta idea fue complementada por Álvaro Liuzzi, del proyecto Redacciones 5G, de Telecom, que publicó una guía sobre la IA para medios con el objetivo de intentar conjurar, de algún modo, algunos riesgos para el ejercicio de un periodismo de calidad, como una posible dependencia excesiva que comprometa la independencia de las empresas de noticias o el riesgo a un bloqueo tecnológico que impida que los medios puedan innovar.
Casos positivos
En otros tramos de las ponencias, periodistas colombianos reflejaron casos en los que la aplicación de la inteligencia artificial ayudó a potenciar el periodismo. Claudia Báez, cofundadora de la plataforma de investigación Cuestión Pública, describió cómo funciona el Proyecto Odín, mediante el cual pueden procesar y conectar información extraída de grandes bases de datos para generar noticias. A su vez, Carlos Eduardo Huertas se centró en Connectas, una plataforma que usó la IA para difundir información producida y chequeada por periodistas durante la represión que encabezó Nicolás Maduro luego de las elecciones presidenciales en Venezuela. Mientras arreciaba la persecución, esta herramienta ayudó a seguir informando de un modo seguro. Fueron dos ejemplos de cómo la inteligencia artificial puede ponerse al servicio de la inteligencia colectiva y del periodismo de calidad.