Se demora el juicio del crimen de Chacabuco 59

Se demora el juicio del crimen de Chacabuco 59

Sólo dos de los cinco acusados fueron sobreseídos. Una se encuentra prófuga y surgieron dudas sobre otra acusada

EN LA AUDIENCIA. Natalia Liberman, Alfredo Socci y Leonardo Salomón durante el debate. EN LA AUDIENCIA. Natalia Liberman, Alfredo Socci y Leonardo Salomón durante el debate.

En una polémica audiencia, el Ministerio Público sólo logró que dos de los cinco acusados fueran sobreseídos por el caso conocido como el “Crimen de Chacabuco 59”. A una acusada se le pidió la detención y otra deberá esperar una serie de pasos procesales para que se defina su situación. Sí está claro que hasta aquí sólo será enjuiciado por el femicidio la última pareja de la víctima.

Ana Gabriela Picciuto vivía en la casa de Chacabuco 59. Fue vista por última vez el 8 de marzo de 2023. Su cuerpo fue hallado el 12 de mayo en el interior de una cisterna de la propiedad por un obrero que realizaba remodelaciones en el hogar.

El fiscal Carlos Sale comenzó a armar un rompecabezas para tratar de esclarecer qué había ocurrido allí. Los primeros detenidos fueron Natalia Liberman y Alfredo Socci que alquilaban una habitación en la casa y Sofía di Gianni, amiga de la pareja. También fue acusado en un primer momento José Luis Fumero, ex pareja de Picciuto. El último en ser detenido fue Leonardo Salomón, que mantenía una relación sentimental con la mujer asesinada.

Los investigadores, al mando de los comisarios Diego Bernachi y Jorge Dib, establecieron que la monteriza había sido asesinada la primera semana de marzo y su cuerpo, después de haber sido envuelto en colchas y sábanas, fue ingresado por un orificio realizado en la cisterna que luego fue tapado. Loberman y Socci dijeron que la última vez que supieron de Picciuto fue cuando mantuvieron una discusión con Salomón, que desapareció. Fue atrapado semanas después en Córdoba, su provincia natal, donde se ganaba la vida limpiando tanques y depósitos de agua.

Lo que no quedó claro es el móvil del femicidio. En un primer momento se pensó que podría haber sido una disputa por el inmueble donde se registró el crimen. Se confirmó que Fumero, a través de los intermediarios Isaías y Luciana Marín, vendió la propiedad a Walter Miguel Marchese, pese a que no podía hacerlo porque sólo era propiedad de una parte y para comercializar necesitaba la autorización de ella. En el expediente figura que pagó U$S2.000 y una moto usada por el inmueble ubicado en pleno centro.

El auxiliar fiscal Miguel Fernández, siguiendo las instrucciones de Sale, entendió que, salvo Salomón, todos los demás acusados deberían ser sobreseídos. Pero no pudo cumplir con su objetivo en un 100%.

Orden de captura

Al no haberse presentado Di Cianci en la audiencia, las autoridades decidieron ir a buscarla, pero no la encontraron en el domicilio, donde debería estar cumpliendo arresto por una causa de estafa. Por esa razón, Fernández pidió que se le dictara una orden de captura.

El representante del Ministerio Público pidió que fueran sobreseídos Socci, Liberman y Fumero por considerar que a lo largo de la investigación no habían encontrado pruebas en su contra, pidió que fueran sobreseídos. El juez Lucas Taboada aceptó parcialmente el planteo.

Ocurre que cuando allanaron la casa de Di Cianci, los investigadores encontraron el DNI de la víctima en una bolsa con ropa que le había entregado Liberman. Por esa razón y pese a los rechazos de Fernández y los defensores María José Molina y Juan Pablo Bello, decidió enviar el expediente para que sea analizado por el fiscal Regional Fernando Blanno. Por esa razón, el final de este caso seguirá demorando

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