Hace dos semanas Ramón “Pelao” Morales sufrió un accidente cerebrovascular. El episodio lo asustó, tanto como a toda su familia, y por eso ayer lo sostuvieron en cada paso de los 3 kilómetros que recorrió con su camiseta azul y las ganas de seguir. Con aprobación médica, el atleta de 84 años -más de 60 de ellos relacionados con el alto rendimiento deportivo-, completó el tramo de la categoría participativa en el parque 9 de Julio acompañado por su esposa, hijos y nietos, quienes no dudaron en ayudarlo a cruzar una nueva línea de llegada.
“Toda la vida he corrido y hoy sumo una carrera más”, contó Morales con un tono de voz firme, en el que apenas se notaba el cansancio. “Sé que todavía tengo que terminar de recuperarme de lo que he sufrido pero me siento bien”, afirmó Ramón, para luego agregar entre risas: “aunque mi acompañante me llevaba apurado”.
Vitaminas para el alma
Juan Carrizo fue quien llevaba del brazo derecho al “Pelao” Morales. Es su nieto y uno de las muchas manos que lo cuidaron durante la mañana de ayer. “Él nos inició en el deporte a todos. A sus hijos, sus nietos y hoy también tiene bisnietas”, contó el joven, que no soltó ni un segundo a su abuelo.
“Es realmente hermoso poder acompañarlo”, resaltó Juan, y aclaró que no es la primera vez que se suman todos a una carrera. “Antes él nos sacaba muchísimos kilómetros, pero nosotros disfrutábamos igual. A pesar del inconveniente de salud, que pueda continuar con lo que le gusta nos pone contentos”, indicó, y destacó: “esto es lo que lo mantiene vivo”.
Otras luchas
“Corrí el primer Nacional de atletismo cuando tenía 22 años”, recordó don Morales. Y aunque en ese momento no lo sabía, décadas después iba a sentir la misma felicidad de esa primera experiencia, esta vez junto a la familia que formó.
Porque además de José, otros nietos llegaron desde Jujuy para vivir la prueba de LA GACETA. Es que su hijo Máximo, que ahora vive en en la vecina provincia, arribó a la capital tucumana para ser parte de la carrera junto a sus hijos Lisandro, Valentina y Juliana.
“Mi cumpleaños fue el 4 de octubre y mi hijo cumplió el 5. Llegamos el 11 y festejamos todos juntos”, había comentado días atrás Máximo sobre el plan que armaron para que todo fuese celebración.
Aquí también los esperaba su hermana Gabriela, quien reflexionó sobre la importancia de seguir sumando momentos junto al hombre que la vio crecer. “Soy una privilegiada por poder correr junto a mi papá”, sostuvo.
Ella también tiene sus propias luchas y en este momento una de las más difíciles es la que lleva adelante contra el cáncer de mama.
“No corro desde la operación, así que es muy especial”, puntualizó Gabriela. En estos días empezó a tratarse con radioterapia, motivo por el cual en esta ocasión usó una camiseta especial para disminuir la incidencia de los rayos del sol, que se recomienda evitar mientras continúa su tratamiento.
Así, rodeado de afectos, el atleta de hierro que se entrena todas las tardes recorriendo la avenida Perón pasó por los 3K. Su vida es el atletismo y lo demostró, a pura fuerza de voluntad y consciente de que un ACV es algo delicado, pero que de ninguna manera va a vencerlo. “Dios me permita volver el próximo año y participar de esta media maratón a los 85”, deseó “Pelao” Morales.