La urgencia de reconstruir sus puestos de venta genera desesperación y reclamos entre los damnificados por el incendio que a fines de agosto último destruyó totalmente ocho locales de ventas de productos regionales en el parador El Indio, por la ruta 307, camino a los Valles Calchaquíes. Es que, según confesaron, las respuestas del Gobierno llegan lentas, mientras que apremia la necesidad de vender para sobrevivir. En el lugar son 28 las instalaciones en total dedicadas al expendio de dulces, alimentos, bebidas y artesanías. Se reportaron 20 con daños menores. En estas se desempeñan más de 100 personas de Tafí del Valle, La Angostura y del Km 47. Todas viven exclusivamente de esa actividad que tiene a los turistas que van o vienen de los valles como los principales clientes. En estos días se observa a los propios dueños de los negocios trabajar sin tregua en la reconstrucción edilicia. También algunos operarios de la Dirección de Infraestructura de la provincia. El gobernador, Osvaldo Jaldo, en tanto, autorizó la entrega de un subsidio de un millón a cada uno de los comerciantes. “El tiempo de la gente del gobierno no es el mismo que el de nosotros que vivimos de lo que vendemos. Si no levantamos ahora mismo lo que nos devoró el fuego, no vamos a tener para comer. Esa es la realidad”, dijo Marisel Aparicio. La mujer es madre de dos hijos y obstinadamente se incorporó a los albañiles (entre estos su esposo) que levantan las paredes del nuevo local. “Hay en otros puestos personal del Gobierno colaborando en la tarea. Nosotros decidimos no perder más tiempo encarando la obra con préstamos y el poco dinero que nos dieron desde el Estado. Esta es una tarea que la emprendemos a puro pulmón”, expresó. “No solo hay que tener un techo lo antes posible, sino también reponer el stock de productos artesanales que perdimos. Aquí se registraron daños millonarios que nos va a costar varios años reponer. Es comenzar de nuevo”, apuntó Reynaldo Díaz, otro de los vendedores. “Esta desgracia nos llegó en circunstancias económicas muy difíciles. Hasta aquí hay que traer materiales que aumentan todos los días. Y además la familia tiene que alimentarse”, añadió. Alfredo Valdez es de los que tienen su nuevo local muy avanzado con la ayuda de personal de Infraestructura. “La provincia nos dio una ayuda. No es mucha, pero sirvió para comenzar la reconstrucción. La cuestión es reabrir el negocio sin pérdida de tiempo. Nosotros vivimos de este trabajo. No tenemos ningún otro ingreso; día que no trabajamos, día que se nos complica la economía de casa”, dijo el hombre.
De Albarracín
El secretario de Gobierno de la provincia, Raúl Albarracín, confirmó que a todos los damnificados del incendio se les dio un subsidio de $1 millón y el Ente de Infraestructura se está encargando de la reparación de los daños. “La ayuda concedida es para que la gente vaya mitigando el problema económico que les genera la falta de actividad comercial. El Ente, mientras tanto, le hace la reparación de lo dañado. El Estado estuvo activo y los acompañó en todo momento merced a un trabajo interministerial y la colaboración de comunas, intendencias de la zona” apuntó el funcionario. Más adelante Albarracín comentó que en el gobierno “está la idea de hacer en El Indio un diseño de locales acorde a la geografía de la zona”. Advirtió que a fin de que no se dilate las posibilidades de venta que pueden tener en la temporada alta los puesteros, “se hizo reparación en la estructura que responde al estado anterior al incendio”. Se desconoce aún el origen del incendio. Aunque los vendedores desde un principio sospecharon que este fue intencional. “un brasero que habría quedado encendido es el que posiblemente hizo estallar un grupo electrógeno que se utiliza ahí ante la falta de tendido eléctrico”. La hipótesis la planteó un empleado que cuida los sanitarios instalados en el lugar. Este dijo que fue alrededor de las 3.15 cuando escuchó una explosión y al salir a ver lo que sucedió observó un negocio dominado por las llamas. No pudo hacer nada. Pues era la única persona que estaba en el lugar y, según dijo, solo atinó a llamar a los bomberos.